Capítulo 6.

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Leandro POV.

Salí de aquella gran casa para caminar por la inmensidad de Nashville, se ve como el pueblo fantasma de Silent Hill, me abrazo a mi mismo para evitar el frío y empiezo a caminar, todo se ve tan tétrico que mi corazón se acelera por pensar en que alguien salte de los arbustos y ¡Bam! me lleve a un callejón y me viole. Mierda Alistair me tiene traumatizado, pienso en todos los chiquillos de los que abusó Rupert en el club y aprieto los puños jurando que cuando me toque atestiguar haré que encierren a ese hijo de puta y así ayudaré a todos esos niños que van en busca de dinero y se consiguen con un pedófilo de lo peor, eso voy a hacer, pero todavía hay mucho violador suelto por Nashville y posiblemente por toda Norteamérica que abusan de presas fáciles e inocentes.

Aceleré el paso debido al pensamiento anterior, no veía absolutamente nada por la niebla de la mañana, ¿por qué diablos salí de la casa a esta hora? Soy un completo estúpido, choqué con alguien y caí al suelo.

-¿Oye estás bien?- Pregunta una voz que se me hace conocida- ¡¿L-Leandro?!- Oh mierda ya se quien es.

-¡Skyler!- Digo abrazando a mi novio con fuerza- Creí que no volvería a verte grandulón idiota.

-Eso nunca angelito- Dice besándome en los labios haciendo que me broten lágrimas- No sabes cuantas noches pasé por fuera del edificio donde vives para buscarte ¿Dónde has estado?.

¿Qué le voy a decir ahora joder? No le puedo decir que vivo con un chico con el que perdí mi virginidad, tendré que mentirle a mi querido novio.

-He e-estado quedándome con un a-amigo- Digo con algo de culpa por mentirle a alguien que ha sufrido tanto por mí.

-No importa mientras te tenga a mi lado- Dice abrazándome- Estaba tan preocupado y asustado por no volverte a ver mi amor.

Me pego más a su pecho para sentir su calor y sentirme protegido otra vez, mí Skyler, mí protector, mi ángel... Mi dueño.

Alistair POV.

Me levanté a las 6 de la mañana por milagro, normalmente me despierto a eso de las 12 del mediodía o a la 1 si soy capaz, salí de mi habitación en rumbo al baño, me lavé la cara y luego los dientes para meterme en mis cosas de la constructora en el computador de mi oficina.

-Buenos días Amaia- Dije bostezando y bajando las escaleras- Necesito mi café de la mañana.

-¿Mañana? Las 6 para usted son como la madrugada para usted señor Merrick- Dice sarcásticamente- Por cierto su juguetito ha salido a caminar por ahí- Dice con su acento colombiano.

-¿Ya has visto a Leandro?- Digo frotándome los ojos- ¡¿Ha salido dijiste?!- Me quito las manos de los ojos al darme cuenta de las palabras de aquella colombiana de 28 años- ¡Mierda él es  testigo de un crimen no puede salir, corre peligro!.

Corro en la ropa que tenía puesta ayer y en pantuflas hasta la puerta principal para salir a buscar a ese pequeño idiota.

Mi corazón late demasiado rápido al ver la ciudad llena de neblina que impide a mis hermosos ojos azules mirar con claridad, llego por fin al centro de la ciudad casi llorando de preocupación, cuando encuentre a ese niño me va a escuchar.

Veo a la distancia a un par de chicos caminando tomados de la mano e identifico a Leandro rápidamente, los sigo hasta un Starbucks  y lo que más me extrañó fue ver uno abierto a esta hora, no tendría que joder tanto a Amaia para que me prepare mi café si viniera a este lugar ¡Concetrate Alistair!. Entré al establecimiento casi tirando la puerta haciendo que los empleados y los únicos dos chicos (Leandro y el otro chico) Me quedaran viendo.

Almas de vidrio [Yaoi/ Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora