Capitulo 11.

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Alitstair POV.

Corre, corre, corre, corre, y aun asi no lo alcanzo, corre demasiado rápido, las ventajas de ser delgado supongo. No quiero dejarlo ir, el es todo lo que quiero ¡Si, me enamoré! ¡¿Y que?! ¡Estoy enamorado de Leandro Arantes de 18 años, de nacionalidad brasileña, nacido en la ciudad de Nashville Tennessee! lo gritaría a los cuatro vientos si no estuviera persiguiendo a un puto corredor de maratones  nato.

Corre, corre, corre, con cada paso que da parece adquirir 5 veces mas velocidad, dejandome cansado, pero en algún momento se cansará de correr. Parece que ese momento es ahora.

-Leandro por favor vamos a hablar- Le grito a la distancia.

-¡No tenemos nada de que hablar!- Responde- ¡Pensé que teníamos algo especial! ¡Pero solo era tu juguete sexual- Vuelve a correr para alejarse, maldición dame un respiro.

Corre, corre, corre, Se detiene y yo tomo ventaja de eso para acercarme y abrazarlo.

-¿Q-que haces?- Pregunta tratando de zafarse.

-Por favor Leandro, no hagamos esto más difícil de lo que ya es- Logra zafarse de mi abrazo.

-Entonces hazlo fácil y déjame en paz idiota- Vuelve a correr.

Corre, corre, corre, y esta vez más rapido de lo que lo hacía al principio, ¿quien diablos es su padre? ¿Usain Bolt? .

No creo que mi corazón resista más, pero el lo vale, trato de correr más rapido y por fin lo tengo, lo alcancé y no pienso soltarlo ahora.

-Leandro, lo siento, de verdad quiero empezar otra vez.

-¡Que me sueltes put...- Lo beso en sus hermosos labios.

Se resiste pero yo no lo dejo escapar, nuestros labios juntos crean una explosión más allá de la pólvora, más allá de la dinamita, más allá de todo lo que pueda explotar, no puedo creer que solo quería sexo con él, ahora quiero casarme con el, tener hijos, criarlos en una cabaña en las afueras de Suiza. Pero eso no va a suceder porque me dio un rodillazo en el estómago, caí al suelo ipso facto.

Vuelve a correr y me deja atrás, me levanto con dificultad recuperando todo el aire que perdí con el rodillazo, no debo dejarlo irse él es mi vida ahora, lo quiero proteger, es quizá todo lo que tenga en muchos años.

Corre, corre, corre, y por fin lo encuentro a solo centímetros de una muerte segura, está de frente al barandal del puente de Nashville.

Leandro POV.

¿Aquí terminará todo?, una vida completa de desgracia y miseria terminará en un puente en la luminosa ciudad de Nashville, todo cubierto bajo el manto del oscuro cielo nocturno, unicamente alumbrado por los miles de millones de estrellas y por la plateada y misteriosa luna que nos observa desde lo alto, preguntándose "¿cómo los mortales pueden ser tan idiotas?".

Si algo nos sale bien lo celebramos por 15 días, pero cuando todo nos sale mal nos suicidamos, ¿por que?  porque nacimos para morir.

-Leandro no cometas una tontería- Dice Alistair acercándose a mi.

-¡Si te acercas un paso mas me lanzaré al agua!- Grito haciendo que se detenga- ¡He aquí el final que querías, me usaste como tu juguete y ahora ya no sirvo, estoy roto, y por eso tengo que ir a la basura!.

-Yo no quiero este final.

-¿Entonces que final quieres?- Se acerca unos pasos más hasta quedar cerca de mí, sus ojos azules son los ojos del mismo diablo y yo lo sé.

-El final en donde nos besamos y vivimos felices para siempre- Su voz se torna dulce y cálida.

Quiero tenerlo, pero se que no puedo porque el solo quiere tener mi cuerpo.

Almas de vidrio [Yaoi/ Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora