Lucifer se había puesto nervioso pero aún así se obligó a recobrar la compostura_ ¿Crees que mi obsesión/fascinación por los patitos es tonta?_ era una de las que más le dolía por lo trataba como si fuera un retrasado, como si fuera un niño al que podía manipular a su antojo.
-Yo creo que son adorables, una forma de hacer ver a otros que los quieres, la depresión se desvió a ellos en búsqueda de llenar algo_ el soberano abrió los ojos con sorpresa_ espero algún día poder llenar algo de ese hueco o acostumbrarme a tener patitos por doquier, cualquier cosa es buena mientras estés conmigo.
Lucifer se sonrojó con fuerza y se rió, no esperaba menos de una respuesta_ A lo que debes acostumbrarte es a verme alrededor de tí, no planeo separarnos tanto_ contestó dándole un beso en la frente mientras su ritmo cardíaco aumentaba.
-Yo tampoco planeo hacerlo..._ dijo Alastor pegándolo más a su cuerpo, para ser exacto con su cabeza en su pecho, deleitándose de su aroma, su calidez y el ritmo de sus corazones latir al unisono.
En lo que les pareció una eternidad ambos terminaron relajándose demasiado, hasta el punto de quedarse dormidos, nadie tuvo el corazón de moverlos o despertarlos aunque las actividades todavía no terminaban, salieron de puntillas de esa habitación y se dirigieron a otra.
Angel quiso tomarles una foto pero un escalofrío lo recorrió al imaginar que le haría Alastor si se llegará a enterar, sería pulverizado o comido y aún no quería morir por segunda vez.
-Parece que tuvo un mejor resultado del que planeamos_ susurro Charlie aunque estaban en un lugar mucho más apartado.
-No creí que fueran a quedarse dormidos, mucho menos Alastor. Parece que ninguno notó cuán cansados estaban ambos_ respondió la de cabellos grises, quizá la frase del demonio radio de que una sonrisa ocultaba cosas era verdad.
-Oigan ¿Y Nifty?_ pregunto ángel mirando a su alrededor.
-Estaba aquí hace un momento... Quizá se haya ido a limpiar_ comento el gato y todos asintieron pues en eso ocupaba la mayor parte de su tiempo, aparte de torturar a los bichos que se atrevían a entrar al hotel.
La más pequeña en estatura camino por todo el lugar quitando las telarañas que comenzaban a salir y el polvo de los muebles, se recordó que la habitación en la que estuvieron debía estar desordenada así que regreso con una risita que se extinguió cuándo vió a las dos figuras aún en el sofá de una forma más cómoda, Alastor estaba abajo del soberano prácticamente abrazándolo.
«Quiza tengan frío» pensó corriendo a una habitación para sacar una manta, cuándo regreso seguían en la misma posición, se acercó sigilosamente y se las puso encima, los miraba fijamente, tanta calma le parecía tan contagiosa. En algún punto ya había bostezado y su ojo comenzaba a cerrarse.
"Cuando sientas sueño recuestate querida, podrás estar atada a mí pero tampoco soy un monstruo que te explotaría" le explicó Alastor el día que habían firmado su contrato, ella amaba ser mandada a hacer daño y ver a otros hacerlo así como limpiar pero esta vez siguió su consejo. Como el demonio radio siempre la dejaba tocarlo se acostó en el espacio que quedaba entre sus brazos.
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Cuando el deseo es más fuerte // RadioApple //
Short StoryAunque nadie nunca lo llegó a creer sin comprobarlo por su cuenta Lucifer el gran rey del infierno era un Omega lo cual explicaría porque no lo habían visto desde que Lilith desapareció . 7 largos años habían pasado encerrado pues no se sentía segur...