Cuando el deseo es más fuerte // RadioApple //

Un celo y una revelación

Su ser pedía a gritos estar cerca de ese hermoso Omega que recién había conocido.

-¿Porqué Lilith habrá dejado a tan precioso Omega?_ se preguntó, su habitación estaba un poco separada de las demás pero hasta ahí podía oler las fermonas que se volvían más demandantes y necesitadas con el pasar de las horas_ un precioso Omega solo, sufriendo..._ al escucharse decir esto algo hizo click en su mente, él no hablaba así tan vulgar y mucho menos con ese tono tan bajo y sin efecto de radio. Puso seguro a su puerta y reviso su calendario personal, la fecha que buscaba era a poco menos de un mes por lo que alzo una ceja «¿Será?» se quitó su chaqueta, estaba impecable pero había algo diferente, ese aroma tan característico en esos días que tanto odiaba.

Suspiró y tuvo que ponerse a escribir una carta a la dueña del hotel para avisar que estaría un par de días indispuesto para realizar sus tareas.

-Asi que ambos están en celo..._ habló en voz alta Charlie leyendo la carta que solo explicaba que no estaría presente «¿Es solo coincidencia que fuera el mismo día?»

Lucifer en su habitación se preguntaba porque tenía tan mala memoria, si hubiera recordado que su celo sería pronto al menos habría llevado algo para repeler el aroma pero no. Ahora estaba en la cama con la temperatura alta y envuelto entre la ropa que su hija le había llevado, era la única forma en la que podía dormir tranquilo.

Aunque quizá en esta ocasión sería diferente.

Su ser rogaba por alguien pero ya no era a su ex-alfa... Ahora era otro aroma que podía sentir tan cerca, quiso salir pero recordó lo que sucedió la última vez que un alfa lo vió en celo, tuvo que matarlo así que en esta ocasión no se arriesgó, no quería manchar el hotel de su hija con sangre y muerte innecesaria.

El calor que sentía era insoportable pero que más podía hacer que pensar en cosas que lo hicieran feliz para que el tiempo se le pasará más rápido.
Desde sus patitos con sombrero, su niña que ahora era toda una mujer madura y ese demonio radio que de vez en cuando se colaba en su mente haciendo que se retorciera en la cama en busca de fricción.

Apenas habían pasado dos días de su celo cuando la respuesta del cielo llegó, era un Si con la condición de que la visita no duraría más de un día. Charlie estaba emocionada por poder ir y un poco preocupada por tener que dejar a su padre en tal situación.

-Estare bien, ustedes vayan ya que si dejan pasar la oportunidad no se cuándo volverán a decir que sí_ dijo el soberano a través de la puerta lo cuál era verdad allá arriba todos tenían sus tareas y dejar tiempo para una audiencia tan pronto era una bendición.

La princesa del infierno asintió, como Vaggie iría con ella le pidió a Nifty que vigilará que nadie entrará en esa habitación, esto incluía a su jefe por supuesto quién ya había salido de su habitación para cuando ellas se fueron, los celos alfa eran más cortos pero muy dolorosos si no se tenía pareja.

Alastor se paseó por el hotel cuando ambas se fueron vigilando que todos estuvieran cumpliendo con las actividades que aquella les dejó, cuando pasó cerca del pabellón se topó con su protegida, con razón ya tenía rato que no la veía jugueteando por ahí con las cucarachas.

-Oh, querida ¿Qué haces ahí?_ pregunto el demonio con una sonrisa, el aroma que salía de ahí era exquisito pero ella no podía sentirlo así que ¿Cuál era el motivo que la impulsaba a estar ahí?

-Charlie me pidió quedarme a hacer guardia en lo que se iban_ confesó, no era muy buena guardando secretos_ Nadie debe entrar_ sostenía un cuchillo entre sus manos y tenía una sonrisa más que macabra.

-Y si yo quiero entrar ¿Qué me harías?_ pregunto el ciervo a la otra con una sonrisa y poniéndose a su altura.

La chica borró un poco su sonrisa y pareció pensarlo realmente hasta que escucho una risa proveniente del más alto.