Disculpas

863 79 0
                                    

—————
|Capitulo 4|
—————

El funeral de Otis había transcurrido, gracias a dios a mi malestar no se le sumó la presencia de Daryl. Gleen me comentó que había salido en busca de Sophia, la hija de una de las mujeres de su grupo. En cierto grado eso genero celos en mi, pero no del modo enfermizo, mas bien, el hecho de saber que a mi hijo y a mi no nos busco con tanta dedicación. Realmente espero que encuentren a la niña. Así pase la mitad de la tarde oyendo cómo Hershel pedía Rick que apenas logren dar con la pequeña, se retiren de la granja, dejando al hombre muy desconcertado. Y sinceramente me parecía algo justo pero al mismo tiempo, una decisión algo dura. Era enviar a estas personas nuevamente al matadero, no digo que la granja sea un paraíso, sin embargo es un lugar relativamente seguro y cómodo para habitar, cualquiera querría permanecer aquí.
  Ahora me encontraba recolectando algunas frutas de los árboles, mayomernete manzanas y naranjas. Se me apetecía algunas y quizás podría ofrecerle a los chicos del grupo. Habían estado ayudando a limpiar el pozo de agua, el cual se encontraba infestado por un "Caminante" cómo ellos lo llaman. Ante eso logro percatarme de la precensia de tres personas a unos metros de mí, uno de ellos lo reconozco como Shane. Se encontraba con una escopeta en sus manos, mentiría si dijera que un arma de ese calibre no me intimida, nunca he usado más que un revólver para situaciones críticas. Al notrme ahí el pequeño grupo no tarda en acercarse.

—¿Necesitan ayuda en algo?—Cuestiono cruzando me de brazos, recibiendo una mirada examinadora por parte del hombre, mientras las dos mujeres permanecían detrás suya.

—¿Tu eres la madre, no es asi? —Me identifica el contrario causandome una mueca.

—¿Asi es como me defines?—Cuestiono algo molesta—Me llamo Maliah—Me presento para posteriormente levantar la canasta con frutas que reposaba en el suelo.

—Maliah, claro—Se acerca hacia mí, más de lo necesario para mí gusto, con aires de grandeza—No te preocupes solo buscamos un buen lugar para practicar—Explica mientras balancea el arma.

  Mí seño se frunce levemente, más decido no comentar al respecto.—Bien, espero tengas suerte—Decreto antes de irme, la mujer de cabello blanco me observa con detenimiento, llegando a incomodarme un poco. ¿Acaso me miró mal o simplemente lo imaginé? Decidiendo ignorar aquello retomo mí paso a la casa, este tipo no me da buena espina, su historia con Otis es demasiado particular a mí gusto.
A lo lejos logro ver a Beth, que cargaba a Ray, tenía la suerte de que la adolescente no tenía problemas con cuidar de él y realmente se lo agradecía, un descanso, sin importar que tan pequeño sea, nunca viene mal.

—Maliah—Mis músculos se tensaron al oírlo. Centrando mí vista en mí hijo seguí caminando ignorandolo por completo.—Liah detente—Mi paso paró abruptamente cuando me tomó del brazo para conseguir chocar nuestros rostros, quedando cara a cara. Dejándome una vista directa a sus verdosos ojos.

—¿Que quieres?—Espete molesta, soltando me de su agarre. Daryl suspiró con pesadez, como si le costará hablar. Cansada volteé para seguir con mí paso, notando que Beth ya no estaba, seguramente se había marchado al notar la situación.

—Carajo espera—Logró detener mí paso colocándose frente a mi—¿Lo lamento si?—Ante sus palabras me quede perpleja, sin entender por completo—Fui un idiota, el idiota más grande de todos—Su voz se tensó, dejándome reconocer que está algo nervioso—Estaba asustado, no tenía idea de que debía hacer...no soy como tu, no tuve una niñez ejemplar y realmente me asustaba la idea de ser la misma mierda que mí padre—Intentó explicar, sin apartar su vista de mis ojos, que lo observaban buscando al menos un poco de duda, algo que me indicará que realmente no lo sentía, algo que no me hiciera sentir tan culpable por haberlo hechado está misma mañana—y esto no es una excusa, yo de verdad lo lamento. Cuando comenzó todo te busque—Ante aquella revelación mis facciones se ablandaron por completo—Estaba asustado, si algo te llegaba a pasar....no podía vivir sin ti—Sus ojos se apartaron de los míos en el momento que notó la cristalización de los mismos—Y cuando no te encontré allí, supuse lo peor..Merle me ayudó a buscarte por la ciudad...fue ahí donde me cruce con mí grupo—Explica algo entristecido—Me lamente todo este tiempo sabiendo que había perdido a la mujer que amo...a mí hijo...quiero que me des la oportunidad de mostrarte que puedo con esto—

—¿Que puedes con que?—Cuestiono sin comprender.

—Que puedo ser un padre...—Sus palabras me dejaron muda—Quizas no el mejor, pero ....uno decente—Sus ojos brillaron al mencionas la palabra, realmente le emocionaba aquello—Porfavor, déjame conocer a mí hijo—Eso bastó para que mí corazón saltará, lo estaba reconociendo como su hijo. Me conmovía de cierta forma, pero no podía saciar mí enojo de un día a otro, me tomaría tiempo perdonarlo, sin embargo, el estaba aquí y no puedo negarle a su hijo. Era increíble como sus palabras podían endulzar mí alma y cegar tan fuermenete mí sentir.

DebilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora