Beth

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 |Capitulo 11|
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Beth había podido despertar pero se encontraba muy deprimida, había intentado robarle un cuchillo a Lori, quien al descubrirlo me alertó, avisándome que buscaría a Maggie mientras yo vigilaba a la niña. Rick y Shane habían salido de la granja junto a Randall, lo dejarían lo mas lejos posible.

—¿Cómo puedes soportarlo?—La pregunta de Beth me hizo regresar a la realidad. La observe desentendida.

—¿A que te refieres?—De los ojos de la rubia no dejaban de salir lagrimas, cosa que me partía el corazón.

—Saber que tu hijo morirá y no puedes hacer nada al respecto—Aquellas palabras me dejaron muda, con un escalofrió recorriéndome la espalda. Observe a Ray que descansaba sobre mis brazos, sus ojitos conectaron con los míos y no pude evitar imaginar una escena así. Si algo le llegase a suceder no lo soportaría. Pero tampoco permitiría llegar a ese punto.

—No dejare que nada le suceda—Respondí manteniendo mi voz serena—Como tampoco dejare que nada malo te suceda a ti, ni a Maggie o Hershel...todos perdimos a alguien, pero hay que seguir adelante por aquellos que aun quedan en pie—Beth me observaba con una expresión de completo disgusto.

—No puedo hacerlo—Susurra la adolescente volviendo a colapsar en llanto. Antes de consiga hacer algo, la puerta se abrió dejando ver a su hermana, quien se veía realmente molesta y asustada. Sin decir mucho abandoné el cuarto hasta llegar a la concina, donde Lori y Andrea hablaban. Lo gritos de las hermanas comenzaron a escucharse por toda la casa, dejando que incluso la gente de fuera se enterase de la discusión.

—Es un asunto familiar, dejemos que lo solucionen ellos—Lori hablaba mientras comía algunas rebanadas de pepino.

—¿Así lo resuelven?—Cuestionó irónica Andrea, cosa que me molestó un poco.

—Si—Respondí captando la atención de la mujer—Cuando Beth deje de luchar, será cuando realmente debamos preocuparnos—

—Pudo haberse hecho mejor—Continuó la rubia.

—¿Como?—Indague con curiosidad.

—No debieron sacarle el cuchillo—Aquella respuesta me había dejado inmóvil, sentía como la ira comenzaba a recorrerme el cuerpo ¿Acaso esta mujer no podía pensar con claridad o que carajos?—Se equivocaron, no es nuestra elección, ella tiene que decidir vivir por si misma, encontrar sus razones—

—¿Quieres que le prepare al horca?—Cuestione molesta, notando como la contraria comenzaba a tener el mismo humor que yo.

—Si de verdad quiere hacerlo encontrara el modo—

—Aun así podemos detenerla, mostrarle que nos importa y que tiene razones por que luchar—Me acerque a ella de forma amenazante—No es cuestión de arriesgarnos a que tome "su descición", se trata de ayudarla a ver que hay otras formas—

—No es como que haya muchas formas—Andrea me encaró para continuar hablando—Y cree que la mejor es el suicidio—

Intente relajar mi cuerpo para no molestar con tensiones innecesarias a Ray.—Esa no es una opción—

—Lo es—Me contradijo molesta—No necesita que le griten o la traten como una niña—

—Es una niña—Musite con lentitud, intentando de que me entienda con su lento procesamiento—No vuelvas a acercarte a ella—Ordené velando por la seguridad de Beth, entendiendo que la rubia no dudaría en brindarle las armas para poder quitarse la vida.

—¿Y piensas cuidarla diciendo que todo estará bien?—Cuestionó con irritación, invadiendo mi espacio personal—¿Cómo todo te sale bien a ti piensas que el resto tendrá esa misma suerte de poder vivir en un mundo de rosas?—

—¿De que carajos hablas?—

—Vives tu vida perfecta en la granja jugando a la mamá con tu esposo que regresó a ti de pura casualidad, tu vida se resolvió en solo unas semanas. ¿Acaso piensas que Beth conseguirá un esposo, un hijo y una jodida familia feliz en este mundo de mierda?—Sus palabras lograron callarme, realmente mi vida no había mejorado en tan poco tiempo. Si había tenido la suerte de recuperar a Daryl, pero no solucionaba el resto, perdí a mi familia, mi hogar, mi futuro. Solo me quedaba aferrarme a mi hijo para poder seguir cuerda.—Solo tiene que ser positiva—Musita molesta.

—Ella ya tiene una familia, que la adora y ama infinitamente...no necesita esperar para conseguirla ni tampoco debe arruinarla por pasar un mal momento...debe superarlo y seguir adelante, no solo por ella, por todos la que la aman y dan todo de si para su bienestar—Exprese mientras la apartaba de un pequeño empujón, recuperando así el espacio robado—Y respecto a lo que dijiste...Prefiero "jugar a la mamá" protegiendo a mi familia, que sentarme ahi fuera a simplemente estorbar—

—Yo defiendo el campamento—Recriminó con su rostro completamente rojo de la ira

—Claro, así como defendiste a Daryl—Ante aquello se quedó en silencio—No haces mas que causar problemas, mejor limítate a seguir siendo egoísta y cuida de ti, no te metas en asuntos que no te conciernen—Dicho aquello volteé en dirección a mi habitación. Toda la situación me tenia algo agobiada, mas no podía hacer nada. Recostando a mi bebe en la cama me dedique a buscar entre su ropa los pañales y toallas húmedas, había llegado la hora de cambiarlo—Podríamos aventar este viscoso pañal a la cara de esa idiota—Murmure con voz aniñada hacia mi hijo, quien soltó una sonora risita consiguiendo relajarme—Te amo precioso—Tras depositar un rápido beso sobre su nariz, continúe cambiándolo hasta dejarlo nuevamente vestido—Deberíamos descansar un poco no crees...—Susurre recostándome a su lado, observando como sus pies inquietos revoloteaban de un lado a otro—Lo tomare como un no—Una risita se escapó de mis labios al verlo sonreír y balbucear. Mis ojos habían comenzado a cerrarse por culpa del cansancio.

—Liah—La voz de Maggie del otro lado de la puerta me hizo levantarme. Ray se encontraba dormido.

—Pasa—La castaña se adentró al cuarto con su rostro entristecido, no fui capaz de decir nada cuando ella ya me estaba abrazando en busca de consuelo, de sus ojos brotaban lagrimas sin parar.

—Estoy tan cansada—Musitó entre sollozos mientras mi mano se paseaba por su espalda regalándole caricias.

—Lo se...todo se arreglara, tranquila...—Me separe unos segundo de ella para poder verla a los ojos—¿Cómo esta Beth?—

—Sigue encimada en su decisión—Sus brazos se cruzaron en desacuerdo—Andrea se quedó con ella—Ante aquello me alerte, esa mujer solo le causaría problemas llenándole la cabeza al adolescente.

—No...—Rápidamente salí de la habitación yendo en busca de la rubia, quien no aparecía por ningún lado—¡Beth!—Maggie al percatarse de ello no tardó en imitar mi acción. Un ruido dentro del baño nos alertó a ambas.

—Beth abre la puerta—Ordenó Maggie con desesperación, sin embargo la rubia no contestaba.

  Echándole una vista rápida al lugar conseguí unas tenazas, con las que conseguí hacer palanca para abrir la puerta. La escena era horrible, Beth estaba hecha un mar de lagrimas mientras sostenía su brazo del cuál brotaba muchísima sangre.

—Lo siento—Dejó escapar la chica entre sollozos, Maggie corrió a abrazarla para poder llevarla a un lugar mas tranquilo y curar su herida.

—Iré a buscar el botiquín—Y así fue como termine suturando la herida de su brazo, la cual por suerte no era tan profunda. Desde el interior de la casa se podía oír como Maggie discutía con Andrea, dejándole en claro que debía alejarse de la familia. Eso consiguió aliviarme, era mejor mantener a esa problemática mujer lo mas lejos posible.

DebilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora