{ 2 }

375 62 28
                                    

«MADRUGAR»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«MADRUGAR»




Septiembre, 1994

Arianna sintió como su cuerpo era movido, abrió un ojo de mal humor. Odiaba que la despertaran.

Con pensamientos de querer asesinar a quien interrumpía su precioso sueño, se arrepintió cuando vio a la única persona que se atrevería a despertarla sin miedo a nada.

—Necesito que te levantes—Le dijo Pansy, alejándose de la cama

—¿Por qué?—Cuestiono Arianna—. Carajo, son las 6 de la mañana.

Arianna volvió a acomodarse para seguir durmiendo.

Escuchó el suspiro de su melliza.

—Papá solicito un permiso—Dijo Pansy—. Y esta esperándonos. Así que, levántate.

—Maldita sea—Arianna se sentó en la orilla de su cama—. Ni estando en el colegio deja de molestar ese señor.

—Te espero abajo—Dijo Pansy, indiferente

—Como sea—Arianna no le tomó importante

Poco a poco, el cerebro de Arianna le decía que su hermana jamás volvería a ser la misma con ella. Y poco a poco, comenzaba a dejar de importarle.

Su madre, Kate. Siempre mencionó que Pansy era como ella. Era comprensible, amorosa y cariñosa. Pero cuando se trataba de alejarse de las personas, era la cosa más insoportable.

En cambio, decía que Arianna era como su padre. Era ruda, orgullosa y mayormente sentían que no encajaban en el mundo. Y así como podían dejarte entrar en su vida, así podían sacarte si ellos lo deseaban.

Una vez Arianna estuvo lista, bajo las escaleras de las habitaciones y se encontró con Pansy dándole un beso, en los labios, a Blaise Zabini.

Ambos se separaron cuando escucharon pasos. Arianna vio con una ceja alzada a su hermana.

—Me tengo que ir—Dijo Pansy, viendo a Blaise

—Claro—Blaise se dio la media vuelta

Arianna paso por a lado de su melliza, yendo a donde sus amigos.

—¿Que haces despierta tan temprano?—Pregunto Hanna

—Mi querido padre—Comenzó Arianna con una sonrisa—, requiere de mi presencia. ¿Para que? No lo se. Solo se que no los acompañaré al jardín como habíamos acordado.

Arianna se talló los ojos, mientras bostezaba.

—Es una lástima—Dijo Rigel—. En verdad quería contarles algo importante.

—Me lo cuentas cuando regrese—Dijo Arianna

—¿Cuando...

—Merlin—Dijo Arianna, tocándose la cabeza—. Aún no se cuando regresaré. Los veo después.

VIDEO GAMES; Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora