Mi nombre es Wendell pero me llaman la más humilde.

Aceptó todo menos el divorcio.

–Habla ahora o calla para siempre. –dijo el cura frente nuestro.

Las bodas no son mi fuerte, menos cuando vienes siendo en calidad de dama de honor.

No entiendo la necesidad de estar parada sonriendo mientras sostienes un ramo cuando todos los invitados están sentados.

Mi prima se casaba, esa que nadie jamás sospecho que sería la siguiente en la línea de compromisos.

Emma era hermosa, se dedicó a su vida universitaria, consiguió un trabajo dificilísimo y luego de la nada, anuncia su compromiso.

La quería muchísimo, era de mis primas favoritas, pero en este momento me parecía la persona más insoportable.

–¡Esperen! –grito.

El padre volvió a quedarse callado y el novio se quejo en voz baja, mi prima volteo hacia quien dirigía una maceta a un rincón.

–¡Dije que las orquídeas debían quedar en las vigas! –exclamó hacia los decoradores.

Corrió hacia donde estaban acomodando todo, volteé hacia atrás buscando con la mirada a mi hermano.

–Despues de esto más vale que nada la cagué durante el matrimonio, porque yo no me vuelvo a casar. –escuche murmurar a Joshua.

El prometido.

Cuando se anuncio la boda, apenas procesamos que tenía novio, nunca lo mencionó, igual eso no nos sorprendió ya que Emma guardaba mucho las cosas.

Pero si era una sorpresa que lo primero que dijera en la cena de navidad fuera "–me voy a casar y mi prometido está por entrar, no se alboroten"

Volviendo al presente.

Cómo su invitado y yo éramos los únicos que asistimos al ensayo me permití el placer de derrumbarme.

Joshua y su mejor amigo Kevin sonrieron cuando me vieron en el piso.

–¿Tu también te pondrás así con tu boda? –pregunto Kevin.

Me quedé callada analizando la respuesta.

–¿Si ubicas a la gente a la que le pagas por hacerla?

Ellos rieron y yo volteé hacia la capilla.

Este lugar es enorme, no había lugar donde voltearas y no vieras nada.

Mi sueño era casarme en un lugar muy distinto a este, en un bosque para ser exactos.

Con razón que Axel nos diga raritas.

Mi teléfono vibro en mi mano llamando mi atención.

Drama king.

Estoy en la iglesia.

No sé, creo que estamos haciendo todo muy rápido, pero aceptó.

Siempre creí en el sexo después del matrimonio.