Tamarindo, sinónimo de laxante.

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Aclaración: todo lo que se narrará a continuación fue antes de el encuentro de Axel, Calix y Wendell.

Pov Axel.

--Me gusta una chica. --dijo Calix.

--Felicidades.

El chihuahua delante de mí me pelo los dientes cuando trate de revisarlo.

--¿Por qué me toca un chihuahua antes de que acabe mi turno?

--Prestame atención. --declaro del otro lado del teléfono mi hermano.

--Muy bien ¿y su nombre es..?

--Fernanda.

--¿Y no sales con ella por..?

--¿Cómo que por qué? Claramente por qué ella no está buscando con quién salir.

--¿Incluyendo te?

--No se, pero es que --se escuchaba indeciso si querer decirlo o no. --¿No te vas a burlar?

Pare de revisar a la raza de perro que más miedo me da y pegue mi teléfono a la oreja en espera por lo que tenía que decir.

--Hmm, tu te acuerdas de la tía Brenda.

--Aja.

--Ella compro un paquete de tamarindos.

--Aja..

--Y ella me entrego una bolsa llena de tamarindos ya pelados.

Ya se me antojaron.

Silenció, revise que la llamada no se hubiera cortado pero aún seguía ahí.

--Yo me comí un montón de ellos antes de ir a recogerla a la universidad.

Seré pendejo pero no entiendo.

Yo tampoco.

--¿Qué con eso?

--Que a mi nadie me dijo que el tamarindo en exceso es sinónimo de laxante.

Ya no se me antojó.

–Me cagué.

Escupí un pulmón.

Mi risa maniaca recibió varias miradas de muchas personas, trate de calmarme pero no sentía que podía.

–Ella estaba ahí Axel, ella escucho ese desvergue.

Calix me estás matando.

–¿Y que hizo ella?

–Me ayudo a llegar hasta un baño público y fue a comprarme farmacéuticos, también me ayudó limpiando el asiento del auto.

–¿Y se burla de ti?

–¿Ella? No, jamás hizo ningún chiste y tampoco lo comento a nadie.

Ya más tranquilo analicé la historia.

–Yo creo que si le gustas, si no ya te hubiera quemado más de lo que seguramente quedó tu culo.

–Te pedí que no te burlaras.

–Pediste mucho.

–No se si después de eso pueda confesarme.

–Pidele consejos a tu culo, a él se le sale todo en cualquier momento.

–Axel, no te estoy contando esto para que me estrangules con mi vergüenza.

–Ya ya, a ver, te diré porque creo que si le gustas, yo creo que cualquier persona en su lugar, te habría ayudado, pero ¿Limpiar el auto? Eso solo lo haría por alguien a quien de verdad quiero.

Mi nombre es Wendell pero me llaman la más humilde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora