¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los cálidos rayos del sol empezaron a asomarse por la pequeña ventana de la espaciosa habitación, las cortinas traslúcidas los hacían aún mas calientes y deslumbrantes.
-¡Sakura-chan...! ¿Sigues aun dormida...?- La cabeza del mayor se dejo observar por el marco de la puerta, un suspiro de resignación salió de sus labios al ver a la chica aun en cama. -Se va a hacer tarde niña...- Dijo Kakashi, dando zancadas hacia el pequeño bulto dormido que residía allí.
Con delicadeza uso una de sus manos para quitar el mecho que cubría la frente de esta, con sus dedos marco su rostro... -¡Saku... vamos levántate ya pequeñita!- Zarandeo un poco buscando respuesta alguna.
Poco a poco los relucientes ojos verdes se empezaban a abrir. Con desdén la chica pudo quedar sentada sobre la cama, tallando uno de sus párpados con su mano en un puño. -¿Kakashi...? ¿Que hora es...- murmuró adormilada.
-¡Ya son casi las siete, tienes que despertarte más temprano!- Bufó con molestia, tal cual como una madre.
-¿Que....? ¡Dios mío no voy a llegar a tiempo!- El sueño tan pesado que tenia la llevo a quedarse dormida.
Su delgada figura salto de su cama, con prisa opto por darse una ducha rápida...
Sus fuertes pisadas resonaban por toda la casa. -¡Tío no voy a desayunar...!- Bajo por las escaleras casi volando. -¡Aun tengo que tomar el autobús...!
-¡No te preocupes sobrina mía... desayuna con calma que de eso ya me encargue!- El mayor Kakashi sonrió de oreja a oreja, orgulloso de si mismo por alguna razón.
Sakura rodó los ojos. Sin tomarle importancia al adulto, se dirigió a la puerta con prisa. Al mismo tiempo saco un pequeño espejito en el que se iba retocando un poco el maquillaje de sus labios, desconcertada... choco con algo firme que bloqueaba la puerta.
Sus ojos subieron la mirada visualizando un uniforme escolar blanco. -¿Naruto...? ¿¡Que haces aqui!?-
Y allí estaba el chico... Eran amigos de la infancia, su sonrisa zorruna se burlo un poco de ella.
-¡Yo lo llame hija... El podría llevarte y así ya no llegaras tarde...!- Su tío grito desde la cocina.
La chica chasqueó la lengua con molestia. -Carajo... ¿Por que nunca consultan que es lo que quiero...?- murmuro en bajo.
Los ojos juguetones la miraron con curiosidad.-¿Sakura-chan...? ¡Si no estas cómoda, puedo irme si gustas...!- Le susurro en el oido.
-¡No es eso Naruto... Siento que soy una molestia por hacerte venir hasta aquí!- Sakura bajo un poco la cabeza apenada.
El chico le dedico una sonrisa para poder reconfortarla. -¿Molestia...? Pff... ¡Tú nunca lo serás para mi!- Le tendió el casco de seguridad junto a el. -¡Vamos sube..!- El rubio señalo con la cabeza la gran moto que reposaba fuera de su hogar.