Capítulo 18: Cobardes.

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Mientras se levantaba con dificultad, Tiara pudo sentir el ardor en todas las heridas de su cuerpo.

Las rodillas estaban raspadas y sangrando, los hombros dolían al moverlos, los muslos estaban magullados y la espalda le punzaba con cada respiración, pero mordió con fuerza tras sentirse como una perdedora, levantándose y avanzando cojeando hacia la gasolinera, sintiendo cada paso como una tortura.

al dar un vistazo a la ventana de la gasolinera, Tiara observó como un infectado engullía carne podrida de un refrigerador dañado, ignorando todo a su alrededor, cosa que Tiara agradeció dentro de sí, entrado en silencio para buscar algo que fuera útil.

Buscó en los estantes y encontró algunos suministros básicos, como vendas, alcohol y gasa.

Con dedos temblorosos, limpió sus heridas y las vendó lo mejor que pudo.

El dolor era intenso, pero sabía que no podía permitirse soltar algún sonido, reprimiendo su dolor en todo el proceso.

Una vez curadas las heridas en la medida de lo posible, Tiara se recostó en un rincón de la gasolinera, tratando de descansar un poco y recuperar fuerzas para lo que vendría.

Pero había algo molesto que seguía haciendo ruidos grotescos mientras comía del otro lado de la gasolinera, molestando a Tiara, quien levantó una mano para lanzar una esfera eléctrica al infectado glotón, quemando su cerebro mientras gritaba como un cerdo, dejando a Tiara satisfecha.

- Ya era hora de que ese desgraciado dejara de comer.

Tiara cerró los ojos, dispuesta a descansar algunas horas antes de seguir con su viaje por la noche en moto, quedando dormida.

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Con un bostezo, Tiara despertó en la madrugada, sintiendo mucha hambre, pero no podía ver mucho gracias a la oscuridad de la noche, maldiciendo en voz alta.

- Maldita sea, si solo tuviera una bombilla.

Tiara se detuvo con sus propias palabras, recordando algo de la escuela, cuando aún no había llegado el virus.

teniendo cuidado de no excederse, Tiara dejo que la electricidad viajará por sus dedos, manteniendo una pequeña cantidad voltaica equivalente 15 voltios, logrando así que la electricidad soltaba chispas hasta iluminar el lugar.

- Ya era hora de usar esta mierda con eficacia carajo.

Dijo Tiara jactándose de si misma, caminando por la tienda de la gasolinera, pero solo habían frituras pasadas de fecha desde ya hace mucho, junto a otras cosas desgastadas, pero pudo encontrar algunas latas de frijoles que aún no había pasado su fecha de vencimiento.

Tiara miro las latas de frijoles con desprecio, pero aun así las metió en su bolso, caminando afuera de la tienda de la gasolinera, siendo iluminada por su mano cargada por electricidad, viendo como la moto que uso estaba tirada a un lado de la calle. 

-Maldita moto.

Dijo Tiara antes de levantar la moto y prenderla, montandose con algo de dolor por las heridas vendadas, pero no se quejo, acelerando por la carretera mientras atrapada por la oscuridad de la noche.

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Ya con los primeros rayos del sol, Tiara había llegado a una ciudad con ojeras, estando cansada por el largo viaje en carretera, y su cuerpo no le respondía como era debido, pero pudo ver que esta ciudad era diferente que en la que estaba anteriormente.

Las calles estaban vacías, no había ningún infectado, pero sentía una sensación pesada, como si algo no estuviera bien.

Pero el sueño que tenía Tiara era mayor que su precaución, conduciendo hasta un edificio para dejar la moto afuera, subiendo con el bolso en su espalda, caminando al edificio, pero el edificio estaba con la puerta sellada, como si alguien hubiera encadenado desde adentro la puerta para evitar que pasaran los infectados.

Tiara no sospecho de esto, solo fue a otro edificio, pero por extraño que parezca todos los edificios en los que intento entrar estaban encadenados por dentro, levantando sospechas en Tiara.

Ya cansada por caminar tanto, Tiara se recostó en un muro roto mientras miraba al cielo, notando que aun era mediodía, y ella no había dormido como quisiera, por lo que se molesto hasta el punto de maldecir al aire para desahogarse.

- ¡¡Maldita sea con mi suerte!! 

Levantándose ya molesta, Tiara agarro un poste de electricidad y lo cargó de energía, prendiendo las bombillas y esparciendo la electricidad por algunas casas, escuchando un grito de sorpresa en uno de los edificios.

- ¡hay electricidad!

Tiara dirigió la mirada al edificio en donde escuchó e grito de sorpresa, mirando que era uno de los que había revisado anteriormente, cosa que la molesto.

Con pasos fuertes, Tiara golpeó la puerta abarrotada, escuchandose el golpe por la silenciosa ciudad, rompiendo sus nudillos, pero no le intereso ya que estaba furiosa.

- ¡¡Escuchen bien pedazos de mierda!! ¡¡abran la puerta o quemaré el edificio hasta los cimientos.

Tiara no tenía el poder del fuego, pero si sobrecarga los cables que recorren todo el edificio podría causar pequeñas explosiones, y eso generaría un incendio, pero eso se lo mantuvo para ella misma, escuchando como alguien bajaba por las escaleras con prisa para abrir la puerta.

- T-tu, no grites o ellos vendrán.

Tiara le miró por un momento, su cara de miedo traicionaba su aspecto reservado, causando risa a Tiara, pero no lo demostró, aguantando las carcajadas para sus adentros.

- ¿quienes vendrán maldito cobarde?

Dijo Tiara con una vena marcada en la frente, aguantando las ganas de electrocutarlo hasta que humeara por hacerle perder el tiempo de una manera tan estupida.

- no se como explicartelo, solo entra, pero has silencio.

Tiara miró el extraño comportamiento de ese hombre, sospechando en el 60% de todo su cerebro, pero entró sin decir nada, viendo como cerraba la puerta con las cadenas nuevamente, notándose desesperado.

- ¿A qué le teme este idiota?

Tiara no comprendía el porqué estaba tan asustado, hasta que escuchó un rugido con la puesta del sol, viendo como el hombre subía con paso lento para no generar ningún ruido, entrando a una habitación en el tercer piso, por lo que Tiara le siguió, notando que no estaba.

habían varias personas que rodeaban unas velas, temblando con los rugidos de afuera, escuchandose más como los de un lobo que las de un infectado mutado.

Tiara se asomo por la ventana, quedando petrificada por lo que capturaron sus ojos.

- ya entiendo porque ellos están asustados, si yo podria contra una cosa así.

en la carretera deambulando de un lado a otro se encontraba una manada de gigantescos lobos que superan a un auto en tamaño, mostrando indicios de infección ya que en sus ojos estaban reemplazados por cuernos, dependiendo del oído en su totalidad.


El comienzo de la evolución.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora