Smile :) Jenlisa

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Primer mes

Nuestra pequeña omega, tenía un mes y medio de embarazo.
Sin duda un pequeño bultito  se notaba en su cuerpo pero no le  molestaba en lo absoluto podía jurar que lloraría de la felicidad.

Se sentía muy tranquila, su bolita azul no pateaba, no le molestaba en las noches y sus antojos no la atacaban como solían decir el grupo de mamis y papis que asistía todos los viernes.

Por que nuestra Omega había estado participando de un curso prenatal de omegas, donde le enseñaban cositas y pequeños típs para su embarazo y próximamente vida como mami responsable.
Esa mañana en su curso habría sesión de yoga, no la hacía nada más feliz que compartiendo tiempo de calidad con su bolita azul.

Tomando consigo un abrigo muy grande para acurrucarse del frío, y sus llaves de osito Jennie salió de su casa con dirección al centro de Seúl donde un local de donas  habitaba, la fachada era muy hogareña, linda y sobre todo muy amplia. Todos los viernes a las horas de la tarde varios omegas se reunían para socializar sobre sus embarazos y experiencias como padres.
Sin olvidar que compartían un delicioso postre.

—Hola Jennie.
Le saludo el omega dueño del local y del grupo.
—Oh, buenas tardes señor.
—Basta de señor me haces sentir viejo, y yo estoy en plena gloria de mi juventud.
Sonreía Jennie, le gustaba como la habían acogido en su local eh incluso le dieron trabajo hasta los jueves, el resto de la semana ella tenía libre ya que Jin y su esposo Namjoon solían dejar el local a una empresa de entretenimiento para que grabarán  varios sets de sus ídolos.
Sin duda la pasteleria KimNam era muy popular por los alrededores de Seúl.

Cuando ya todos estaban sentados listos para iniciar la rutina de ejercicios, la mayoría de omegas tenía en sus carteras varios implememtos de yoga.
Jennie se  divertida como nunca, sentía que cada vez estaba más feliz de ser madre.

—Ser madre será sencillo—Hablo en voz alta y vatios omegas se sorprendieron al escucharla.

—Chica esperate a los antojos— le había hablado una omega de tez morena.

—Y ni hablar de los dolores pequeña.

Sin duda Jennie aprendió otra gran lección, no subestimar el hecho de ser madre, pues tomando en cuenta qué todos aquellos omegas ya tenian más experiencia  teniendo hijos y ella apenas tendría a su bolita azul que solo se notaba muy ligeramente debido a su delgadez.

—No te preocupes bolita azul,  te daré de comer mucho para que  no seas tan delgada como tu mami—Suspiro tranquila, pese a que aún recordaba como su madre la obligaba a no comer  para que su peso encajara con las demás bailarins y no dañara su figura.
A la larga le había causado varios problemas a Jennie, errores que se negaba afrontar con su futura bolita azul.

—Yo si te dejare ver barbie, incluso te mimare mucho, y si eres hombre tranquilo mi piojito, que tendrás toda la colección de carros que desees.

Sonreía para si misma, ansiaba tener entre sus brazo el pequeño bulto que ahora ocupaba gran parte de su cuerpo.

Sin notar como una elegante alfa la miraba desde la ventana al llegar a su hogar. Debía decirlo, la Omega tenía un aroma muy delicioso.
Chocolate y fresas, la mezcla perfecta para volver loca a su alfa.

Lisa suspiro un poco desconcertada.
—Debo tomarme mi pastilla y mi té, o enserió perderé la cabeza por mirar tanto a  mi vecina.