Smile :) Jenlisa

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Lisa  los días sábados solía preparar la comida típica de su país, una rara mezcla de ingredientes pero sin duda con un aroma exquisito.
Alrededor de las 7 de la tarde alguien llamó a la pequeña puerta de Lisa, al dejar el cucharón en su preparado camino con pasos suaves abrir aquel que llamo a su puerta.
Era su vecina, nuestra pequeña Jennie, quien portaba una ya crecida pancita, Lisa diría que pasaba por el séptimo u octavo mes de su embarazo.
En sus manitos llevaba un pequeño plato de color salmón con decoración  de tulipanes.
Con vos timida  habló.
—Disculpe, perdóneme la molestia, ¿me podría regalar un poquito de  lo que cocina?, esque me gusta mucho el olor—pidió con suavidad, aunque un poco sonrojada por la penetrante mirada de la alfa.

Lisa había escuchado de aquellos antojos que solían suceder a las omegas embarazadas, y no se podían resistir.

De todos modos sabía que su vecina era algo timida,  le gustaba mucho el olor de la pequeña omega.

—Enserió disculpe, no quería incomodarla o molestarle en sus ocupaciones y el hecho de que no nos conocemos. Losiento.

Lisa se reía un poco y con pasos presuroso tomo el plato de la chica delicadamente para ponerle su cena.

—Esta bien tranquila, espero te guste mucho mi sazón linda.

Su plato llevaba consigo aceite de oliva, ajo, jalapeño y algunas especias  que le daban un toque algo agridulce.
El olor parecía ser muy agradable para la omega embarazada, que muy feliz se marchaba  caminando hacia su casa comí un pequeño pingüino  feliz con su pequeña  cacería exitosa.
Y de alguna manera Lisa se sentía feliz, un poco embobada por la belleza de la omega que seguía caminando con un poquito de gracia a su hogar y su bultosa pancita le acompañaba.