「 火 」𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝟭/𝟰 ㅡ 𝗢𝗧𝟴
❝Hasta que Felix no volvió de la cafetería, no se dio cuenta de que había perdido su cartera. Seguro que había sido por desorientarse al ver a aquel chico tras el mostrador... Nunca pensó que su relación avanzaría tant...
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El cuerpo sobre él, cubierto por la fina sábana, se movió hasta tenderse a su lado. El beso que dejó sobre su frente, cubierta de sudor, sirvió para calmar lentamente sus agitadas respiraciones.
— Gracias, Sana.
— ¿Por qué agradeces? —con la cabeza apoyada sobre el desnudo torso del australiano, comenzó a acariciar sus marcados abdominales.— Este era nuestro trato, ¿no?
— Lo sé, pero como dijiste que estabas conociendo a alguien...
— No te preocupes por eso. Aún no somos nada.
— No quiero que esto interfiera en el futuro en tu relación con...
— Dahyun —Sana se incorporó, con la espalda apoyada en el cabezal de la cama. Respiró lo más hondo que sus pulmones le permitieron. Sí, no lo podía negar, los sentimientos en su corazón hacia la chica iban en aumento cada vez que la veía. A pesar de conocerla desde hacía poco tiempo, su humor y delicadeza la habían cautivado por completo—. No te preocupes por eso, ¿vale?
— Tú tampoco lo hagas por mí. Sé que a veces piensas que cuando llegue el momento, tendremos que dejar todo esto. Esta bien, ¿vale? Desde el principio dijimos que cuando eso pasara, no volveríamos a cruzar la línea —Sana asintió con una sonrisa, escondiendo el pesar en su corazón. Si es verdad que sus encuentros ayudaban a su amigo, le dolería dejarlo si es que con ello acaba hundido en sus pensamientos de alguna manera u otra.
— Quién nos manda ser dos bisexuales con falta de atención... —Chris reía dejando ver sus preciosos hoyuelos en sus mejillas.— Y bueno, ya que ha salido el tema... ¿Cómo llevas lo tuyo?
— ¿Puedes ser un poco más específica? Mi vida siempre ha sido aburrida, pero últimamente eso ha cambiado. Sin mi consentimiento, a decir verdad.
— Aquel chiquillo que te tenía embobado... ¿Felix? ¿Has conseguido superarlo?
— Ouch —rió sin ganas, ganándose una mirada apenada de su amiga—. Es broma. Eso creo. O creía. No hablamos desde hace mucho tiempo. Tú y yo, me refiero.
— Cierto, pero, ¿qué quieres decir con eso? —la chica frunció el ceño. Tenía razón con que no hablaban sobre temas profundos desde hacía meses, quizá por miedo a verse vulnerables.
— Que hay muchas cosas que no sabes. Como que hemos vuelto a retomar contacto.
— Oh —Sana se arrepintió por haber sacado de nuevo el tema, sabiendo que si habían llegado a la situación en la que estaban, era por frustración amorosa y corazones rotos. Si había vuelto a ver al chico, y Chan no tenía la herida cerrada, volvería a dolerle, más que antes, y ese pensamiento la mataba.
— Exacto. Pero créeme, lo que últimamente baila en mi cabeza no es mi amor no correspondido.
— ¿Ha pasado algo más? —los latidos de su corazón aumentaron ligeramente debido a la preocupación al ver que su amigo se incorporaba, algo más tenso de lo normal, y suspiraba con pesadez.
