「 火 」𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝟭/𝟰 ㅡ 𝗢𝗧𝟴
❝Hasta que Felix no volvió de la cafetería, no se dio cuenta de que había perdido su cartera. Seguro que había sido por desorientarse al ver a aquel chico tras el mostrador... Nunca pensó que su relación avanzaría tant...
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— Esta situación ya es demasiado surrealista.
Chan y Hyunjin habían sido citados por Chungha en la ya tan conocida sala de visitas. La última vez que pisaron esa sala, fueron interrumpidos durante su hora con Felix. Les dijeron que debían llevarse al chico, y que sentían el inconveniente. Sin ninguna explicación, tuvieron que marcharse de nuevo hacia sus casas.
— Lo sé —respondió la enfermera—. Me gustaría disculparme por la interrupción del otro día. Como pudisteis oír vosotros mismos, confesó que recordaba algo de lo sucedido durante el accidente. Yo misma me negué a que todo esto sucediera, pero estaría incumpliendo el protocolo. Felix confesó ser quien mató a su hermana y su amigo y, a pesar de que lo llevaba diciendo toda la semana y yo confío en que él es inocente, debimos avisar a la policía.
— ¿Y por qué estamos nosotros aquí hoy? —preguntó el amigo rubio.— Es decir, ¿acaso nosotros podemos hacer algo? No sabíamos nada sobre el accidente hasta el otro día.
— Os he llamado yo, por mi cuenta. Traté de contactar a sus padres muchas veces, y no contestaron a mis llamadas. Tengo entendido que el agente que está interrogando ahora mismo a Felix también lo ha hecho. Espero que a él si le dieran una respuesta —la mujer se levantó de la silla, dando vueltas por la sala con los brazos cruzados a la altura de su pecho, impaciente—. Es un tema delicado, pero confío en Wonho. No lo culpará sin tener pruebas.
— Pero... —intervino esta vez Chan, aclarándose la voz.— ¿Qué pasó? En el accidente. ¿Por qué Felix se culpa?
Chungha suspiró. Odiaba esa situación, odiaba que las cosas fueran tan complicadas para el chico. Estaba inquieta, no quería que las cosas se giraran contra él.
— No lo sabemos —ignoró los quejidos de los chicos—. Creedme cuando os digo que este lugar es una mierda. Parece que trabajamos todos en una misma institución, pero no tenemos casi nada en común. Cada trabajador aquí es diferente, se busca sus maneras de salir adelante y ayudar a sus pacientes. Algunos para bien, otros para mal. Puedo asegurar que aquellos que tienen un título grande son los que tienen las manos más manchadas, si entendéis lo que quiero decir... Quizá pierdo vuestra confianza con lo que diré ahora, pero Wonho también es uno de ellos. Lo que pasa... —apoyó las palmas sobre la mesa.— es que él lo hace para un beneficio común.
— Quiere decir que... —interrumpió al rubio.
— Quiero decir que habrá pagado al doctor Jeon para obtener la información de los padres de Felix, esa que no quisieron dar a nadie más. Ellos saben qué pasó, o al menos tienen su versión. Necesitamos esa información para contrastarla con lo que dice Felix y así hacerlo inocente.
— Nosotros hemos hablado con sus padres, y no quieren ni escuchar su nombre —intervino Chan—. Podríamos haber presionado más para que nos confesaran algo. Debimos haber pensado más rápido.
— Da igual. No os dirían nada de lo que necesitamos, como hacia dónde iban y quién conducía. Porque esas pueden ser pistas para la inocencia de vuestro amigo.
