63| Traición

601 130 151
                                    

—¿Qué estás haciendo?

El transmisor emitió una luz verde que poco a poco se apagó. Luther ladeó su cabeza, intentando contenerse.

—¿No estabas dormido? —Connor preguntó nervioso, se rascó la nariz e intentó desviar el tema—. Vamos, es tarde…

—No me respondiste, ¿por qué tienes un transmisor?

—No sirve, quería ver si encendía para dárselo a Keshan, ahora que perdimos contacto con Tom lo mejor es mantenerlo con él. ¿No tomaste el jugo que te preparé? Quizá te aburrió el sabor…

—Estoy preocupado por Tom —Luther se mordió el labio, intentando no ceder a la ira que comenzaba a crecer en su interior—. Me duele el estómago porque mi celo comenzará pronto.

Connor asintió, Luther no le prestó atención a nada más que al semblante nervioso del alfa, pero no insinuó nada de lo que pensaba porque ya no le quedaban más dudas, más bien, caminó hacia el laboratorio y tomó una inyección sin que el alfa se diera cuenta. Su corazón se estaba rompiendo, el ardor en sus ojos fue notorio incluso para él, porque podía sentir las lágrimas amontonadas en sus lagrimales.

—¿Por qué tú? —Luther abrazó a Connor por la espalda—. Siempre me lo preguntaste, ¿te acuerdas?

—¿De qué…? Auch… ¿Qué demonios me…?

—Nunca supe por qué, creo que tú fuiste la excepción porque me enamoré de ti. Te amé con locura incluso si no lo sentiste así, te quería, Connor. Te amaba. No sabes cuánto te amaba…

Luther le inyectó veneno.

—R-Ray… Joder, ¿cuándo te diste cuenta?

—Desde que el pequeño Niall se quedó dormido al tomarse el jugo que me diste una noche. No me lo acabé y él lo encontró debajo de la cama, ¿te duele mucho?

Connor vomitó sangre, su cuerpo perdió las fuerzas y sin pensarlo dos veces arremetió contra él. Luther se enfureció.

—Eres un traidor, ¿qué fue lo que les dijiste?

—Y no sabes la mierda que tuve que aguantar, Raymond Luther… Pensar que nunca podrías conseguir una cura, pero nos darías a un omega capaz de convertirse en una. ¿Quieres saber qué les dije? Le dije a Nell Higan que Kaz Decon es portador del virus y está esperando un hijo de Tom. Eso les dije y ya es muy tarde. Le dije que podía proceder… Se había contenido y accedido a los caprichos de ese jodido omega, pero… pero podrá…

Su cuerpo fue cayendo al suelo.

—No —Luther se agachó y sonrió—. Es gracias a ti que mi plan irá a la perfección.

—¿Qué…?

Su risa resonó por la habitación, Luther alzó un control.

—Soy un estúpido, debí suponerlo… Tantos años donde me pedías no hacer más locuras, donde calmabas mi ira y me pedías una cura. ¿Si te daba una ibas a correr hacia Dawson Higan? ¿Fue difícil estar a mi lado o te daba asco tocarme?

Connor no respondió, pero lo miró con ira, estaba furioso.

—Todos ustedes terminaron así por culpa de ese bastardo y ahora vas a repetir la historia; No debiste traicionarme, Connor.

—No hagas… To-Tom no… está…

—Se ocultó porque yo se lo ordené —Luther sonrió—. En cuanto apriete este botón volverá, ¿y sabes qué pasará? Voy a decirle que esos bastardos capturaron a Kaz y lo haré entrar en frenesí. Lo usaré como siempre lo he hecho. Eres un idiota.

La Caída de CedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora