64| Frenesí

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Les recomiendo que lean este capítulo con esta canción de fondo ( ̄∇ ̄*)ゞ les dejo el vídeo aquí mismo porque si lo pongo en la cajita de multimedia Wattpad no me lo muestra (˵╹-╹)

Disfruten del capítulo.

El reloj se detuvo a las 2:05 de la madrugada.

Kaz meció a Stelle entre sus brazos y abrió la ventana justo para darse cuenta de que había muchos soldados corriendo y subiéndose a las camionetas o pequeños camiones. El muro electrificado desprendía un aroma a quemado y pequeñas centellas se podían ver a lo lejos.

—Está comenzando —Kaz estaba tranquilo pese a la situación, sabía que los infectados no eran conscientes de nada, el virus los hacía actuar así, por eso no quería matarlos o herirlos. Pero debía sobrevivir y huir, ahora que había dado a luz y su cuerpo se había desestabilizado lo más seguro era que sus feromonas volvieran a delatar su casta.

Regresó a la cama donde dejó a Stelle, la pequeña hizo un pequeño puchero y amenazó con llorar.

—Está bien, pequeña, sólo iré por unas cosas que necesitamos para ti. Sacó del armario un abrigo largo que rompió para hacer una clase de cuna que le permitiera cargarla y moverse rápido. Esto era algo que había aprendido en sus días en aquél refugio, las mujeres solían hacer ropa y uno de los pedidos más frecuentes eran estas bolsitas donde cabían los bebés. No se lastimaban y se sentían cómodos y seguros. Cuando volvió a la cama le dio un beso y la amamantó por última vez, la pequeña comió tanto como pudo, Kaz cada que la alimentaba se percataba de que crecía. Quizá comer le daba fuerzas para desarrollarse.

Colocó a Stelle en la bolsita y se amarró al cuerpo los extremos, también se aseguró de que ella no corriera peligro o se resbalara y bajó para encontrar a Juliana hablando con William, Isla y Yasha.

Los observó desde una distancia prudente para no interrumpirlos.

—Escuchen, de los tres, sólo ustedes corren peligro —señaló a William e Isla—. Tú eres inmune porque estás embarazado, Yasha, no te expongas, ¿de acuerdo? Quédate a mi lado, ellos no nos harán caso e irán directo por Will e Isla.

Yasha asintió. William volvió a hacerle ese signo de “Ok” y visualizó una pequeña sonrisa en los labios del omega.

—Te encargas de cubrirnos a los costados, Will, Isla, tú te quedarás al pendiente de Kaz y en la retaguardia dejaremos a Ivory. Alfa abrió sus puertas, y aunque no quiero ir ahí… por el momento es nuestra mejor opción. Al menos para asegurar nuestra supervivencia.

—¿Por qué no escapamos hacia afuera? —preguntó Isla.

—Porque afuera están los Nivus —Kaz se acercó—. Y ellos no van a entrar enseguida, tienen más conciencia que los infectados y lamento aceptarlo, pero Juliana tiene razón: si queremos sobrevivir a esto es mejor ir a Alfa.

—¿De verdad es lo mejor…? —William bajó la mirada.

—Lo siento, Will.

—Igual ellos dijeron que vendrán, ¿no? —Isla los animó.

—Sí, esperaremos a Keshan, él dijo que se mezclarán para sacarnos. Pero lo mejor será salir por nuestra cuenta. Aguantemos todo lo que podamos aquí, ya sobrevivimos casi 10 años afuera de Cedra, ¿no? —Juliana les guiñó un ojo—. Confíen en Kaz y en mí, no dejaremos que los lastimen.

La Caída de CedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora