Capitulo once: you're losing me

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Presente

-Inhala, exhala profundo y cuéntales la historia desde el principio -dice Jack- ¿preparada?

Solo asiento nerviosa con un nudo en el estómago

-1, 2, 3 y... grabando -da la señal y yo comienzo





"Tú dices que "no entiendes" y yo digo "claro que no lo haces"




Pasado

-¿Y qué te hace pensar que ese idiota solo quiere lo mejor para ti? ¿Por qué tuviste que ir a contarle nuestros problemas?

-Scott, solo quería saber que era lo que ocurría -resoplo irritada- no hubo otra intención por ninguna de las dos partes

-Ahora -levanta su brazo frustrado- nadie te dice que en dos o tres semanas más volverá a llamarte, es un maldito insistente

-¿Qué mierda te pasa? ¿Por qué demonios actúas así?

-Tú me pasas -me señala- tú y tu bendita bondad que no paran de darme dolores de cabeza

-Vine aquí con la intención de que arreglemos nuestros problemas -lo ignoro- si no dirás nada bueno prefiero irme o estar en cualquier otro lugar

-Osea que quieres huir como siempre

-No -grito- ¡claro que no quiero huir! El maldito cobarde aquí eres tú que no puedes darme la verdad que necesito

-No discutiré esto aquí, elegimos este lugar hace un tiempo para venir a relajarnos, lo que menos quiero hacer es discutir



"Pensábamos que la cura llegaría con el tiempo pero ahora me temo que no lo hará"




-¿Por qué haces esto cada vez que discutimos de este tema? Que es aquello que me ocultas Scott, nunca te había notado tan nervioso como ahora

-¡No oculto nada! Lo que me tiene los nervios de punta es que no quieres aprovechar este tiempo que tenemos para descansar, pedí esta semana de vacaciones solo para poder estar contigo y justo ahora solo eres un dolor de cabeza

-De verdad extraño quien eras antes -cruzo mis brazos mirando hacia otro lugar aprovechando de recorrer el lugar con la mirada, me recordaba al apartamento que teníamos en Cornelia




"Recuerdo mirar esta habitación que nos encantaba por la luz, ahora solo me siento en la oscuridad y me pregunto si ya es hora"




Lucía exacto como el lugar en el que pretendíamos formalizar nuestra relación, su hermana había visitado ese lugar, toda su familia y la gente importante para él una vez que yo volví al ojo público. Pero ahora, me daba un terror volver a ese lugar que se sentía tan solitario y negro desde que él se había ido de casa para trabajar

-No sé porque seguiste con este plan -vuelvo mi mirada a él- evidentemente no me quieres aquí y yo estoy lo suficiente incomoda como para tomar el primer vuelo de vuelta a mi casa justo ahora

-Tu casa es conmigo -posa sus manos frente a la mesa de baldosa de aquella cocina- donde ambos nos encontremos es nuestro hogar, sin importar la condición en la que estemos

-Últimamente lo que menos parece estar al lado tuyo es un hogar

Me devolvió la mirada ofendido y se alejó poco a poco de aquella mesa para quedar afirmado del lavadero

The Great War | Carlos Sainz Jr (pronto a reeditar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora