𝐒𝐢𝐧𝐨𝐩𝐬𝐢𝐬:
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Después de la desastrosa llegada de Willow(tú) al hotel, ella terminará haciendo un trato con el famosisimo demonio de la radio pero...
¿En que terminará todo esto?
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...
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— revuelve todo... Hasta que quede una mezcla homogénea — leí en voz alta, estaba de buen humor tanto así que por mi cuenta había decidido realizar un postre para todos.
¡Si! Acertaron, estaba contenta por las palabras de Alastor, ahora no sabía si tener muchas expectativas de lo que sería nuestra primera cita.
¡Que podría ser! ¿Salir por un helado? No, es muy común. ¿A un restaurante? Creo que es la mejor opción ¿o no?.
Seguí mezclando mientras mis pensamientos se veían invadidos por cientos de preguntas, incluso escenarios de lo que podría suceder.
— nunca había visto a una demonio mezclar con tantas ganas —
Esa voz, giré algo espantada — ¡Lucifer! ¿Qué hace aquí? — pregunté nerviosa, soltó una carcajada — me encontraba solo en mi casa así que decidí venir, pero ahora resulta que no hay nadie excepto tu aquí en el hotel —
Asentí — si, los demás salieron pero yo preferí quedarme quería darles una sorpresa — miré la hora desde un enorme reloj colgado en la pared principal de la cocina.
El rubio se acercó sentándose en el mesón — ¿Ya vas a terminar? — introdujo su dedo en la mezcla para luego probarla — ¡sabe bien! — sonrió.
— solo debo ponerla en un molde y al horno ¿por qué? — cuestioné mientras inclinaba mi espalda para buscar el molde perfecto — ¿te gustaría venir a tomar algo a mi casa? Es que... Quiero mostrarte algo, es un regalo para Charlie pero necesito de una opinión femenina —
Deje él molde sobre el mesón minutos después lo guardé en el horno a fuego muy bajo — pues, vamos, el postre se demorara en estar listo — afirmé.
Lucifer bajó del mesón con una anorme sonrisa en su cara, abrió un portal hacia su casa — ten cuidado con tus pertenencias — bromeo, negué con la cabeza pasando por el portal antes de él.
En cuestión de minutos, ya nos encontrábamos en su casa. Para ser sincera estaba muy desorganizado, pero no lo culpo, sabía por lo que había pasado y debió ser difícil para él, ahora estaba intentando remediar las cosas.
Por fin llegamos a una habitación llena de cajas, dentro de estas habían miles de patos distintos.
— he estado trabajando en nuevos patos, pero hay uno en especial que quiero que veas — murmuró buscando dentro de unos cajones — espera a que lo encuentre — abrió el siguiente cajón.
...
— ¡por fin! — levantó su mano derecha en forma de victoria, al mismo tiempo que sostenía un patito qué lucia similar a Charlie, se acercó a mi y lo dejó en mis manos — ¿qué te parece? ¿Crees que le guste? —
Al detallarlo me di cuenta que el patito tenía todas las características de Charlie muy bien hechas, era un detalle muy tierno y bien pensado.
Además había sido hecho con sus propias manos, eso lo hace aun más especial.
Miré al rubio qué esperaba muy ansioso mi opinión — le encantará — dejé el patito en sus manos nuevamente — ten por seguro que le encantará — sonreí.
La mirada de Lucifer se iluminó, dejó el patito en una pequeña caja de regalo, lo adornó con un lazo — se lo daré después, ahora que estoy seguro que le encantará ya no tendré dudas —
— ¡ah! Por cierto... Tengo algo para ti — recordó para luego lanzarse a una de las tantas cajas, tiempo después salió con algo en sus manos — lo hice hace mucho tiempo, pero al verte me acordé de él — dejó un pequeño pato en mis manos el cual parecía haber sido electrocutado, no pude evitar soltar una leve risilla — gracias, Lucifer—
— vaya, mira la hora que es — señaló su reloj ¡diablos! — ¡debo regresar! ¡El postre no se puede quemar! — Lucifer creó el portal — nos vemos después — sonrió.
— ¿no vendrás? — dije antes de cruzar el portal, negó con su cabeza — iré después, solo no le digas de la sorpresa a Charlie — agitó su mano en forma de despedida.
Crucé el portal.
....
Corrí hacia la cocina, abrí el horno ¡el postre! Estaba a salvo, un poco más y se hubiera quemado.
Suspiré de alivio — perfecto —
Apenas llegaron, les serví un poco a cada uno el cual disfrutaron bastante — ¿y por qué Alastor tiene un pedazo más grande que los demás? — preguntó Angel a lo cual Husk lo empujó levemente como señal de que se callara.
Mis mejillas se sonrojaron— N-no, todos tienen la misma cantidad — murmuré nerviosa, el pelirrojo pasó a mi plato una de las fresas qué le había servido — ten, sé que te gustan más que a mi — tragué saliva — si, mi señor — respondí un poco más respetuosa, me daba vergüenza que los demás nos vieran.
Todos nos observaron haciendo diferentes gestos — ¡bueno ya! ¡Espero que les haya gustado! Yo recogeré los platos — traté de cambiar el hilo.
Charlie río — gracias Willow, estuvo delicioso — se levantó de la silla junto a los demás, poco a poco la sala se encontraba sola excepto por mi.
Comencé a recoger los platos con delicadeza aunque...
— ¿y eso que esta en tu bolsillo? — preguntó el demonio de la radio, pensé que ya se había ido.
— ¿en mi bolsillo? — levanté una ceja mientras buscaba en mi pantalón, al sacarlo era el patito — oh, fue un regalo de Lucifer — parpadee.
— ¿estuviste con él? — su cara se tornó un poco más seria aunque su sonrisa aún perduraba — si mi señor, me necesitaba... — murmuré — ¿no es lindo? — se lo dejé ver más de cerca —... Si, si muy lindo — desvío la mirada levantándose del asiento — me retiro, querida, descansa —
...
Sequé el último plato — bien, ahora puedo ir a dormir — pasé por los pasillos, ya todos estaban en sus respectivas habitaciones.
Entré a la mía, estaba a punto de sentarme sobre la cama pero una rosa roja estaba allí —... — la tomé entre mis manos.
Reí bajo — Alastor... Me resultaste un poquito celoso — acerqué la rosa a mi pecho con una sonrisa de atolondrada.
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¿Les gusto? ¡Espero que si! Spoilers! En el próximo capítulo Willow se encontrará con alguien cara a cara ¿quién creen que sea?