Agostina y Romina se besan por primera vez.
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El alcohol iba en aumento y la temperatura también. Agostina y Romina se mantenían pegadas en todo momento; Uhrig agarraba con firmeza la cintura de la ex policía, quien se mantenía aferrada al cuello de la mayor. Ninguna parecía querer soltarse.
—¿De que me perdí? —Catalina le preguntó a Macarena, la mejor amiga de Agostina.
—Yyy... —soltó una risa— ¿No era obvio?
—Sí, pero no pensé que tanto...
Ambas observaron a las mujeres que continuaban bailando sin despegarse, Romina atrás de Agostina la tomaba de la cintura mientras que la menor se apoyaba contra ella.
Macarena tomó su celular y se acercó a ellas, comenzó a grabarlas. Por un momento creyó que las mujeres se inhibirían, pero fue al contrario; Romina tomó las riendas del momento y amagó a besar a la ex-policía. Agostina no se lo esperaba y se alejó entre risas, nerviosa. ¿Desde cuándo Romina era tan lanzada? Claramente el alcohol estaba haciendo de las suyas.
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Agostina estaba con Catalina y Macarena, ésta última había traído un balde de champagne con speed. Por ello, las mujeres se encontraban sirviendo las bebidas.
—Agos, vení —Romina le habló al oído tomándola de la cintura.
La ex-policía giró hacia su amiga y le dedicó una sonrisa, asintiendo.
—No, ¡Agostina! —la pediatra la miró con indignación— ¿Otra vez me abandonas?
—Ay, exagerada —la rubia contestó riéndose y se marchó con la ex-diputada y un vaso en la mano.
—¡Pero! —Catalina alzó sus brazos.
—Olvidate que te de bola esta noche —Macarena concluyó divertida.
—¿Qué, Ro? —Agostina la miró con curiosidad, se estaban alejando del público.
—Sacate una foto conmigo —habló haciendo pucherito.
La ex-policía rio como respuesta y sacó su celular.
—Para, tengo una mejor idea —abrió Instagram y buscó algún filtro que le gustara.
En ese momento sonaba la nueva y la ex.
Las mujeres se abrazaron y posaron para el video. Agostina la miró y, entre sonrisas cómplices, le dedicó la nueva, la nueva y la ex.
—¿Así que yo vendría a ser la nueva? —Romina preguntó una vez el video finalizó.
—¿Vos querés? —preguntó tras subir la historia.
—¿Y tu ex? —arqueó sus cejas, desafiante.
—Pasado —respondió con seguridad.
—Decís que si me pongo una remera tuya, ¿No me vendrá a buscar? —bromeó.
—Ya te dije, yo te cuido —la abrazó sin soltarla.
Romina hundió su rostro en el cuello de la otra, sintiendo su perfume combinado con el olor a cigarrillo. Cerró sus ojos, extasiada. No recordaba la última vez que se había sentido tan desbordada por sus sentimientos.
—Ay, Agos... —susurró sobre su oído segundos después.
—¿Qué? —la miró.
Los ojos de Romina se perdieron en sus labios, moría por besarla. Pero estaban en público.
