Dándole 2/2

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Segunda parte de "Dándole".

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La rubia se dejó llevar y volvieron al pasillo donde se habían besado por primera vez.

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—Vení a casa —Romina soltó después de separarse del beso.

—¿Qué? —Agostina la miró desorientada.

—Eso, vení conmigo —dijo y le robó un corto beso, haciéndola suspirar—. La vez pasada me dejaste en banda.

—No te dejé en banda, tenía a More en casa —aclaró— y...

—Dale, Agostina. A mí no —la miró desafiante—. Vení conmigo —rogó tomándola de la cintura y pegándola contra la pared.

—Dios, ¿En qué momento te volviste tan atrevida? —la miró— Por favor, quiero a esta Romi siempre. ¿Me escuchaste?

—¿Esta Romi? —rio— ¿Y? ¡Dale, Agostinaaa! ¿Venís o no?

—Sí, llevame.

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Durante el viaje, las mujeres se miraban cómplices. Debido al alcohol que ambas tenían encima, tuvieron que pedir un auto. El conductor era conocido de Romina, por lo cual la mujer confiaba en él y su silencio. Si los medios se enteraran de que llevó a Agostina a su casa... ni quería pensarlo.

Después de un rato, llegaron a la casa de Romina. La ex diputada abrió la puerta y tomó la mano de Agostina, guiándola hacia las escaleras.

—¿A dónde me vas a llevar? —la rubia preguntó.

—A mi habitación, ¿A dónde más?

—Paraaa, decime que me querés al menos —bromeó, haciéndola reír.

—¡Agostinaaa! —recriminó mirándola.

—Bueno, bueno —la miró con una sonrisa lasciva.

—Sos imposible —rodó los ojos y abrió la puerta de la habitación—. Ahora como castigo vas a dormir en el piso.

—¿Dormir? —se acercó y la tomó de la cintura— ¿Quién habló de dormir?

—Atrevida —la mayor dijo y se acercó a su boca, mordiéndole el labio inferior.

—¿Yo atrevida? ¿Quién invitó a quién? —la rubia la tomó de las caderas, pegándola contra ella.

—Para una pijamada —aclaró y dejó un beso en su nariz.

—¿Ah, si? —Romina asintió divertida— Bueno, entonces vamos a dormir.

Agostina se separó del agarre y rápidamente se acostó en la cama, tapándose con las frazadas.

—¡Agostina! —la mujer le reprochó.

—¿Qué? 

—¿Me estás jodiendo?

—Vení a buscarme si querés algo más —le sonrió y se acomodó, dándole la espalda.

La ex diputada se mordió el labio. La estaba provocando, la estaba insitando a tomar la iniciativa... y en parte le gustaba. Esa noche había demostrado una seguridad, respecto a Agostina, que nunca antes había tenido... y la noche, ya día, tenía que terminar de la misma forma.

Romina se acercó a su placard y tomó una remera oversize con el fin de cambiarse. Caminó unos metros más y le dio la espalda a su compañera. Siendo consciente de que Agostina la estaba mirando, comenzó a desvestirse. Tras sacarse los zapatos, se quitó el pantalón y el top. Escuchó un suspiro y sonrió. Se puso la remera y se giró.

One shots - AgosminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora