Agostina ve una historia de Instagram que no le gusta para nada, intenta evitar a Romina. Pero la mujer la buscará para hablar las cosas.
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Agostina se encontraba con su hija viendo una película en la cama. En un momento, tomó su celular y comenzó a ver su Instagram; la película le estaba aburriendo, pero la veía solo por disfrutar un momento con Morena.
Apenas entrar en la aplicación, se arrepintió. Vio que Romina había salido a cenar con tres amigos, incluyendo Alexis "El Cone". Recordó que la ex diputada le contó que había tenido algo con él. Y por la foto, parecía una cita doble. Suspiró. Ahora entendía por qué Romina no le contestaba los mensajes hace casi una hora.
—¿Qué te pasa? —su hija la observó con curiosidad.
—Nada.
Morena no le creyó y miró el celular de su madre. Agostina alejó el aparato de su alcance, pero la adolescente había sido más rápida.
—¡Ah! ¡Lo vi! —dijo riéndose— ¡Romina! ¡Aah! ¡Estás celosa! —sonrió— ¿Crees que está con él?
—¡Morena! ¿Cómo voy a estar celosa? —frunció el ceño— ¡Y que se yo si está con él! Parece que sí —rodó los ojos.
—Estás hasta las manos, Agostina —su hija afirmó—. Romina igual es más tarada...
—¡More! —no pudo evitar reír— ¿Pero por qué lo decís? —la miró expectante.
—¡Y sí! ¿El otro día cuando vino a casa? Parecían una pareja consolidada. En 4 años, la otra bicha jamás tuvo tanta buena onda como Romina en 10 minutos. Ni con la abuela ni conmigo —se encogió de hombros, ambas sabían que no mentía—. Ahora, ¿Ustedes no se dan cuenta? —arqueó sus cejas.
—¿De?
—¡Ay, Dios! —alzó sus brazos— Me corrijo: Las dos son más taradas —suspiró—. Es obvio que se gustan, ese día vos estabas más atontada. Pero ella no se quedaba atrás, eh. Parecen dos adolescentes —le sonrió divertida— ¡Y mirate! Celosita por una historia de IG —se burló.
—Callate, querés —bloqueó su celular y fijó su mirada en el televisor—. Sigamos viendo la peli.
—Lo que usted diga señora de Uhrig.
—Callate, Morena —repitió, haciéndola reír.
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01:37 A.M.: —¡Agos! ¡Mi vida! Perdón que no te respondí antes, estaba ocupada.
Agostina recibió un audio de Romina, vio el mensaje apenas le llegó. Llevaba un rato intentando dormir, sin éxito.
01:38 A.M.: —¿Cómo estás? Te extrañé.
Otro audio llegó. Agostina notó que Romina arrastraba las palabras por demás, dándole un indicio de que estaba borracha.
01:38 A.M.: "Bien, mañana hablamos"
Contestó más rápido de lo que hubiera querido.
Del otro lado, la ex diputada se sorprendió: ¿Ni un audio? ¿Ni un emoji? ¿Ni un sticker?
01:39 A.M.: —¡Agostina! A mí no me engañas. Dale, ¿Qué onda? —bostezó— Yo estoy por acostarme, pero quiero hablar con vos. ¿Vos me extrañaste?
La ex policía suspiró. Esa voz la iba a matar. Se mordió el labio, ¿Cómo podía ser tan débil ante ella?
01:39 A.M.: —¡Agostina! ¡Contestameee!
