Tenías que ser tú •|Shadonic|

-Capitulo 11

• Sentimientos encontrados •

Al Shadow obedecer al llamado de su nombre, el cobalto se puso de pie para intentar secar sus prendas que estaban totalmente empapadas, y aún mas por haberle hecho la maldad al azabache de tironearlo del pantalón para que también cayera. Se seco un poco aunque no al cien por ciento.

Escucho voces fuera del lugar, no le tomo importancia ya que no se escuchaba tan claramente. Salió del lugar para ver cómo esa ardilla antropomórfica besaba al ojos rubíes, y asimismo el se "dejaba".

No supo cómo reaccionar, ya que no era algo que se esperaba ver.

O que quisiera ver.

El mayor solo se giro para encontrarse con el, algo que no sabía cómo reaccionar.

El azulado solo retrocedió y se alejó de ellos y del lugar sin mostrar algún tipo de emoción. Ambos chicos que por el momento ni siquiera se habían alejado. Shadow alejó a la ojos cielo de las muñecas.

—¿Qué pasa?—Preguntó Sally.

—¡¿Qué pasa?!, acabas de besarme sin ningún motivo.—Retrocedió algo molesto—¿Por qué lo hiciste?

—¿Y por qué te pones así?, ¿Es por ese chico?—Limpió sus lágrimas con su antebrazo—Me dijiste que no tenías nada que ver con el.

—Y es verdad.

Salió corriendo del lugar para alcanzar al erizo. ¿Estaba molesto?¿Y por qué?. Literalmente todo pasaba muy rápido en esos últimos días, no tenía tiempo de pensar o tratar de reaccionar.

Se detuvo justo a un metro de la puerta del aula.

"¿Por qué estoy yendo tras suyo?"

Se preguntó.

Lo pensó, no sabía que pensar. Tal vez de verdad le importa, tal vez de verdad quería conocer más al erizo, tal vez de verdad...

Estaba enamorado de el.

Lo pensó. Había un algo que lo hacía querer explicarle lo que había visto. Quizá porque seria igual que Silver de chismoso y no quería que le dijera a nadie la escena malinterpretada, quizá porque no quería que le hiciera bromas con eso, quizá...

Porque no quería que el lo
malinterprete.

Así que acomodó su camisa y entro como si nada hubiera pasado, buscando con su mirada al azulado que dicho estaba leyendo tan tranquilamente sin ninguna interrupción.

Se acercó a el con el propósito de aclarar lo que sus ojos habían presenciado.
¿Cómo lo haría?, el tenía en cuenta que haría un ridículo si de la nada comienza a explicarle lo ocurrido sin ninguna razón.
Tenía que sacar algún diálogo que lo transcurra a decirlo sutilmente.

El nunca fue quien se acerca y le habla, nunca ah tomado esa iniciativa de iniciar alguna conversación. Nunca.

Tal vez, ese día sería la excepción.

—¿Ese es mi libro, idiota?—Dijo fingiendo molestarse. Nisiquiera conocía ese libro.

—¿Qué? No, este libro lo compre ayer—Respondió Sonic con disgusto.