• Tenemos que ser nosotros •
|Narra Shadow|
Mis manos hacían un suave masaje por la cintura de Sonic, lo tenía ahí, conmigo, tan cerca de mi, sintiendo sus labios invadir los míos con lujuria, con esa tensión que te acaparaban. Un momento perfecto, nuestro momento perfecto.
Lo mire agitado, una completa obra de arte, y no, no hablo de sus pinturas, hablo de el, verlo tan agitado y tan cerca de mi. Lo tenía apegado a la pared, acorralado.
Joder. La idea de hacerlo mío, de tenerlo entre mis brazos debajo de una sábana, en una habitación donde ni un maldito pudiera interrumpir, era tan tentador. En cada movida, cada movimiento. Pero “no” se haría posible, no quería obligarlo tampoco.
Pero al fin y al cabo, no éramos nada, aún.
Me siguió besando, le correspondí todas las veces que se apegaba. Olía espectacular, su olor a lavanda era más como algo tóxico que me hace caer rendido a sus pies.
—Sonic...—mencioné su nombre, agitado.
Después de un corto tiempo nos separamos. Sonic levantó su mirada, me sonrió con la mirada, esos ojos que nunca dejaron de ser una obsesión, mi adicción más grande.
Por último le planté un último beso en sus labios. No quería que fuera el último, tenía que irse.
No dejaba de mirarlo, aún sin despegar mis manos de su cuerpo. Sentí sus manos desplazarse hasta mi pecho con esa suavidad y dulzura que tanto me encanta, mezclado con su suculenta sonrisa que me tenía atrapado.—Tengo que irme, ¿Sabes?—me preguntó con una sonrisa.
—¿Para qué? Ya no tienes departamento, puedes quedarte conmigo—Le devolví la sonrisa.
—¿Por qué dices que-...?—Abrió sus ojos por completo—¡Maldición, es verdad! He dejado a Tails solo.
Reí leve. Me sentí algo culpable de haberlo entretenido, pero era inevitable.
—Lo siento, tengo que irme—Se alejó para tomar sus cosas que estaban en el suelo—¿Estás seguro que no quieres que te ayude a llevar las compras?
—Muy seguro, las llevaré yo mismo. Tú encárgate de tu explosión—Me burlé.
—A mi no me causa gracia.
Me volteo a ver, comenzó a reír con solo verme a la cara.
Esculque las compras para corroborar de que nada me faltaba. Hasta que ví ese paquete, otro poco y se me olvida dárselo.
Efectivamente, eran las pinturas que tanto había querido, sabía que le haría muy feliz tenerlas, a mi me haría feliz verlo felíz. Era lo menos que se merece.
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Tenías que ser tú •|Shadonic|
Romance«Siempre fuimos como el Sol y la Luna, nunca pudimos coincidir.... Pero estamos hechos el uno para el otro» [...] Un azabache gruñón. Y un erizo cobalto hiperactivo ¿La combinación perfecta? Tú serás el sol, yo seré la luna, solo deja que tu luz bri...