Tenías que ser tú •|Shadonic|

-Capitulo 17

• Teníamos que ser
nosotros•

|Narra Shadow|

Poco a poco sentí la luz del Sol chocante en mi rostro. Abrí mis ojos con bostezo.
Cuando lo ví, un chico azulado en mis brazos con sus dedos enredados en mi pelusa del pecho, era extraño tener al chico que juraba odiarlo sobre mi, escuchando su respiración, con sus ojos cerrados.

Sonreí como idiota. Lo abrazé, acaricié sus púas lentamente.
No duró mucho para que la alarma sonará, tenía tiempo que no la escuchaba, siempre le ganaba y la apagaba antes de que pudiera dar su sonoro.
Lo ruidosa que era, hizo despertar a mi chico.

Entre abrió sus ojos. Era tan inevitable no enamorarse perdidamente de sus ojos, que cada segundo que los veía, me sentía más enamorado. Me sentía más afortunado de tenerlo sobre mi pecho con su saliva por su mejilla, como si fuera un bebé.
Le deseé buenos días

No me respondió, al parecer aún tenía sueño, me sonrió y su cabeza volvió a caer sobre mi pecho, su rostro lo tallaba sobre mi pelusa que parecía encantarle.

—Anda, es hora de ir a la universidad—Le recordé, de broma.

Se levantó de golpe. Creo que no recordaba que era un universitario y que aún no llegaba el fin de semana que tanto quería que llegara, lo había escuchado decir que amaba los fines de semana. Y que en ocasiones se le olvidaba que tenía clases y tenía un combate con las ganas de cumplir sus sueños contra sus bostezos tan pesados.

—¡Carajo!, ya se hace tarde.

—Tranquilo, es broma—Lo tome de sus piernas, hize que rodeará mi cintura, de nuevo—Son las seis con quince, entramos a las ocho.

—¿Qué? A esta hora aún sigo dormido—Se sentó sobre mi regazo.

—Vaya que eres un dormilón, a mí ya se me hace tarde para tomarme mi café.

Se inclino hacia mi, su rostro tan cerca del mío. Me miraba con una sonrisa, como siempre.

—¿Puedo besarte?—Preguntó.

—Ayer te recalqué que puedes hacerlo cuando quieras—Enmarqué una ceja—Eres un novato para ésto.

—No lo soy—Frunció el ceño—Ambos somos unos inexpertos.

—Da igual. Ya bésame.

Dio una leve risa. Me besó.
Movía mis labios por los suyos, nuestra respiración se hacía más tensa.
Hasta me preguntaba, ¿cómo era posible que besara tan bien?.
Parecía un sueño, un sueño que quisiera jamás despertar. Aunque fuera algo raro.
¿Shadow, con el chico que siempre dijo que odiaba?¿Juntos besandose?
Todos pensarían que me volví loco, me juzgarian hasta más no poder.

¿Me importaba?
Para nada.

Al seguir recostados, mis manos subieron a su cintura. Los de el tomaron de mis mejillas. Un beso tierno y algo cálido a la vez.

Se separó.

—Nada mal—Lamí mis labios.

—¿Nada mal? Lo dices como si hubieras calificado mi beso—Me reprochó.