6; Canis Major

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                                                                         Artemis

Los tímidos rayos de sol que se filtraban por la ventana redonda y de coloridos vidrios, tocaron la puerta de mis ojos, y ellos responden dejándose ver.

Averí no está en la cama marinera, ni la cama. La cama esta debajo de la mía, en su lugar.

Bajé las infinitas escaleras y en la tercera puerta de las que rezaban "cocina" en letras rúnicas me decidí a entrar. Nunca entendí para que quería tres cocinas. Entré y ella estaba preparando unas tostadas que en mi opinión estaban quemadas.

-Al fin te levantas

Me senté en la mesa al lado de otra ventana redonda de vidrios coloridos. Admiro el hermoso paisaje de la montaña cubierta por una colcha de nieve. Averi me sirvió las tostadas quemadas con dulce y una taza de café.

-Gracias- le dije con un ojo dormido.

Sigo mirando por la ventana y diviso a lo lejos el castillo. Cerca se encuentra mi torre; desde aca se ve del tamaño de una hormiga. Suspiro pensando las excusas que le pondré al emperador y preparando mis tímpanos para recibir sus caprichosos e imponentes gritos.

𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑴𝒆𝒔𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora