MERCURIO

912 25 11
                                    

Me despierto con el sonido de las olas de fondo.

Siento el cuerpo de Salo abrazando el mío.

Sonrío, soy feliz.

Durante mucho tiempo no lo fui, e incluso alguna vez llegué a pensar que no lo volvería a ser.

Estaba equivocada.

Salo me besa el hombro, se acaba de despertar.

Y está dispuesto a darme los buenos días.

Un minuto después estoy bajo su cuerpo, besa cada centímetro de mi piel que está expuesto y me hace el amor.

Conseguimos salir de la cama un par de horas después.

Nos ponemos nuestros trajes de baño y salimos al exterior, Salo tiene una sorpresa.

Salimos a la playa y un chico rubio muy alto nos saluda.

Junto a él hay varias tablas de surf.

Miro a Salo emocionada.

-Vamos a hacer surf??- le pregunto.

-Puede que solo aprendamos a ponernos de pie en la tabla, pero si, vamos a aprender a hacer surf.-me dice sonriendo.

-Me encanta la idea Salo - le digo acercándome a él para besarle.

-Quiero que este viaje sea especial, que hagamos cosas por primera vez juntos.- me dice.

Bajamos a la arena, Gael el profesor que tendremos hoy, se presenta y nos da las primeras indicaciones.

Subimos y bajamos de la tabla muchísimas veces, todo esto sin movernos de la arena.

Salo se ríe de mí porque me caigo varias veces.

-Amor, ni siquiera hemos entrado en el agua y ya te caes!- dice entre risas.

Yo le miro con mala cara, si se cree que me va a ganar en esto también, que se quite esa idea de la  cabeza.

Una hora después ya me he cansado, esto del surf no era tan divertido como creía.

-Ahora vamos a probar en el agua,- dice Gael.

Esa idea me gusta más, cogemos nuestras tablas y entramos con ellas en el mar.

El mar está tranquilo hoy, así que ponemos nuestras tablas en posición y deslizamos nuestro cuerpo sobre ella.

Salo y yo nos miramos, y sonreímos.

Ambos estamos sobre nuestras tablas, moviendo nuestros brazos dentro  del agua para avanzar unos metros.

Hay un poco de oleaje, no para surcar las olas pero si que nos permitan ponernos de pie cuando viene la ola y deslizarnos un poco por ellas.

De todo esto no tengo ni idea, pero es lo que nos acaba de contar Gael.

-Chicos preparados!! Ahí viene una buena!!- nos grita.

Me concentro en todo lo que nos ha explicado cuando estábamos en la arena.

Soy muy disciplinada en mi trabajo, hago muchas coreografías y esto lo tomo como una de ellas.

Hoy, bailo con el mar.

Cuando la ola está prácticamente encima nuestro, impulso mi cuerpo y me pongo de pie en la tabla.

Me deslizo por ella un par de metros y caigo al agua.

WoW, me ha encantado!!!

Miro a Salo, que se ha caído nada más ponerse de pie en la tabla, con una sonrisa triunfante.

Te quedaste en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora