¿Eres Real? [Gay]

"Esto No Es Un Adiós."

Narra Alejandro:

Han pasando 15 años desde que nos fuimos de Toledo, ahora yo tengo 33 años y Javier tiene 34. No nos hemos podido casar por problemas, pero tenemos los 2 trabajos fijos y una bonita casa donde vivimos felices. Estamos yendo a Toledo a ver a mis padres.

-¿Cómo crees que ira la niña ahí atrás? -me preguntó mientras seguía conduciendo.

-Seguro que esta bien, Cristina es bastante fuerte, como sus padres. -le sonreí.

-¿Cristina? ¿Porqué ese nombre? -Me preguntó exigiendo una respuesta.

-Me gusta ese nombre, aparte me recuerda a una amiga, mejor dicho una hermana que tuve desde pequeño, me ayudaba en todo lo que podía, incluso a distancia hacia lo posible para sacarme una sonrisa en mis momentos difíciles, aparte que yo recuerde tu abuela se llamaba así. -le dije.

-Está bien, me has convencido. -Comenzó a reír.

Antes de ir a Toledo, nos pasamos por la agencia de adopción, y solo con ver su carita y sus ojos me enamoré perdidamente de ella, sabia perfectamente que ella era la elegida.

Narra Javier:

Seguía conduciendo mientras que Alejandro estaba completamente dormido por las pastillas y mi querida hija Cristina igual que su papá. Mi tiempo en Madrid fue difícil, mi carrera me costó sacarla, pero lo logré, me hice médico, y Alejandro se sacó la carrera de psicología y es uno de los mejores de todo Vallecas. Lo malo es que a los 2 años de estar allí, a Alejandro se le confirmo que era bipolar, tenia bipolaridad de 1º grado. Los primeros años fueron un infierno, tenia muchos bajones, pero nunca llegó ha hacerse daño, pero juntos lo superamos.

-Me encanta esta canción. -subí la radio.

Alejandro se despertó, y me miró con una gran sonrisa en sus labios.

-¿Qué pasa? ¿Ocurre algo? -le pregunté asustado.

-No pasa nada, solo que eres precioso. -me acaricio la mejilla.

-Mira que eres tonto. -me reí a carcajada limpia.

-¿Cuanto tiempo he estado durmiendo? -preguntó.

-Una hora mas o menos. -Le contesté. Vi el cartel de Toledo. -Mira ya hemos llegado. -le grité.

Narra Alejandro:

No tardamos en llegar, cuando llegamos a mi casa, cogí a la niña en brazos y bajé del coche. Cuando mi madre vio a la niña, se le iluminaron los ojos y vino corriendo a mi.

-Pero que preciosidad. -la cogió.

-Mamá, déjala que respire. -le dije riendo.

-¡Calla! Se cómo se cuida un bebé -me gritó.

No pudimos evitar reírnos con el comentario que nos hizo mi madre, mi padre estaba como siempre, parecía que se había parado el tiempo, no había envejecido.

-¿Cómo estas cariño? -me dijo mi padre.

-Bien. -le enseñé un paquete de pastillas.

-¿Y eso? -preguntó asustado.

-Bueno, pues al final lo que nos temíamos, resulta que es verdad. -les dije.

-¿Eres bipolar? -me preguntó mi madre.

-Así es, 1º grado de bipolaridad. -dijo Javier.