Capítulo 1: "Soledad"

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Narra Alejandro.

Me mudé a Madrid, por problemas que mi madre piensa que han afectado en mis estudios y por eso he repetido, llegué a uno de los institutos públicos de Vallecas.

Me presento, soy Alejandro Muñoz, soy un chico normal -reí tontamente. Soy nuevo en esta inmensa ciudad, me acabo de mudar por asuntos familiares, -me empecé a poner rojo, todo el mundo me miraba.

-Muñoz continúe -dijo el profesor con tono frío y ronco.

-Encantado de conocerlos -Dije con miedo.

Bajé la cabeza avergonzado y me senté en mi nuevo sitio, al lado de una chica y un chico que no me transmitía nada de confianza.
Era el marginado de la clase, todos hablaban con sus amigos, el chico de mi derecha me miraba con una mirada penetrante, como si me odiara.

-¿Qué miras? -Me desafió.

-Na-na-da -Tartamudee del miedo que tenia.

Odio haber tenido que mudarme, dejé atrás en mi pequeña ciudad a mis amigos, a mi abuela, mi vida entera -Suspiré.

El profesor seguía hablando de los terremotos, yo seguía a mi bola, pensando en mis cosas. Hasta que derrepente la chica de la izquierda me habló.

-Hola, me llamo Marta. -Se quedó embobada en mis ojos marrones claros.

-Emm, hola, encantado. -Chasqueé mis dedos para que me hiciera caso.

-Ay perdón, encantada -sonrió. -me quede embobada con tu pelo largo. ¿Eres emo? -Preguntó tímida.

-No, no lo soy. -Me entró mucha vergüenza. -Eres muy linda -Dije mandando una sonrisa.

-Gracias -Se puso roja. -¿Te gustaría venir conmigo y algunos amigos en el almuerzo? -Preguntó tímida.

-Claro, porque no. -Marcando una gran sonrisa.

Por fin acabó esa clase de geología, salí con Marta de clase, siguiéndola hasta donde estaban sus amigos. Todo el mundo me mira, debe ser por ser el nuevo. Odio que la gente me mire, me hace sentir incómodo. Pasamos una gran puerta de metal, llegamos como a una especie de pabellón, habia mucho ruido, estaba lloviendo y el agua chocaba contra el techo, produciendo un gran sonido molesto.

-Estos son mis amigos -Lo decía mientras los señalaba.

Era una chica, morena, con ojos claros y un poco bajita. Y a su lado dos chicos de pelo corto, uno rubio y otro pelirrojo. El rubio me impactó y me sentí incómodo.

-E-en-n-cantado -Dije tartamudeando,

Estaba paralizado, tenía tanto miedo de volver a vivir el mismo infierno que viví con mis antiguos compañeros. Y ese chico rubio que me hacia sentir incómodo con esos ojos azules.

-No seas tímido -Dijo la chica -Soy Gema, encantada. -Se acercó y me abrazó.

-Estos dos de aquí son: Antonio Y Javier. -Dándoles un suave golpe en la espada de los dos. -Darle la mano, por lo menos, que no come. -Bromeó.

Se acerco el rubio y me abrazo
-Encantado -Sonrió.

El olor que desprendía de su cuello, era colonia de vainilla, y su sonrisa era, era... Perfecta. Antes de que Antonio me fuera a abrazar, salí corriendo fuera de ese gran pabellón.

-Que raro es. -Dijo Antonio.

Llegué a los baños llorando, me metí en un baño cerrado, empecé a llorar como una nenaza.

-No quiero volver a vivir lo mismo -Dije una y otra vez con voz llorosa y llorando como una magdalena.

Llego Javier aporreando y pidiendo que le dejara entrar. Yo le ignore y seguí llorando silenciosamente. Me limpié las lágrimas y quite el pestillo. Javier me empujó, entró y puso de nuevo el pestillo.

-Me dejaste preocupado. -Dijo con voz fría. -¿Te crees que soy tonto? -Se enfadaba por momentos. -Se lo que eres, lo he notado en cuanto me has abrazado. -Estaba furioso.

NO! -Grité. - Por favor no le cuentes a nadie. -Mis ojos empezaron a llorar.

Javier me sentó en la cisterna, se agachó y me levantó la cabeza, me empezó a quitar las lágrimas.

-Puedes confiar en mi -con tono preocupado. - ¿Qué te ha pasado, para que reacciones así? -Preguntó inseguro.

Me callé y lo único que hice fue acercarle a mi, abrazándolo fuertemente, el me pasaba la mano suavemente por mi espalda intentando calmarme. Ese momento para mi fue mágico.

-Si no quieres hablar de eso, lo respeto, pero deja de llorar por favor. -Suplicó.

-¿Por qué? Porque estás aquí conmigo, preocupado por alguien que no conoces de nada. -Suspiré.

-Para eso están los amigos. -Sonrió.

-Te lo agradezco pero... Quiero estar solo. -Supliqué.

-Está bien. -Dijo derrotado.

Cuando paré de llorar, me abrazó fuerte y me dio ánimos, salimos del baño y nos fuimos cada uno a su aula, las últimas clases fueron un infierno, mi primer día fue una mierda. Volví a casa, tiré la mochila y me tumbé en la cama, comencé a llorar, solo quería dormir y olvidarme de este día. Me quité la camiseta y los pantalones, quedándome en bóxer, me arropé y me hice una bola. Empecé a pensar lo que había pasado con Javier en los baños.
¿Qué me pasa con el? -Me pregunté a mí mismo.

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Hola :3 Antes de nada me gustaría pedir perdón por si tengo alguna falta de ortografía o algo parecido. Lo siento, me pongo a escribir y no miro ni lo que escribo. Lo segundo es bienvenido o bienvenida, espero que te halla gustado este capítulo, lleno de emociones, y cosas que ni yo entiendo. Es broma :3.
Gracias por leer. ❤

¿Eres Real? [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora