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Sato Nyoko

Ann: Nyoko? Dónde estás?  Te voy a atrapar pequeña

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Ann: Nyoko? Dónde estás?  Te voy a atrapar pequeña.....

La mujer de cabello blanco llamaba juguetona a su hija, escondida en algún rincón de la casa para que su mamá no la encontrase y así, no perder su juego de las escondidas.

Nyoko: Jsjsjs.....

Ann: ¡Te atrapé!! — le hace cosquillas.

Nyoko: Jaja.... No es justo mamá...jajaja.... Basta....

El timbre de la puerta sonó, haciendo que la niña saliera corriendo a abrir, dejando ver al señor que todos los días traía los arreglos florales de Ann. Era una selección específica de flores, ya que Nyoko es alérgica a las margaritas, tulipanes, marpacíficos y dalias negras. Incluso, al polen.

Ann: Hija, alejate de la puerta, esas flores deben tener polen aún.

Obedeciendo la chica de diez años,
se apartó de la puerta y vio como su madre tomaba las flores de las manos de ese hombre. El señor Chan.

El padre de Nyoko, falleció cuando Nyoko tenía unos 7 u 8 años de edad, dejando a ambas chicas profundamente dolidas. La señora Ann, nunca volvió a sonreírle a ningún otro hombre. Se había enamorado tanto de Mathew, que olvidó lo que era el amor de pareja cuando esté murió. El único amor que sentía en lo adelante, era a su hija, a quien le sonreía era solo a ella. Desde ese entonces, Nyoko era absolutamente todo lo que tenía.

O eso pensaba la niña hasta que a su madre se le ocurrió no ir más a la florería y pedir las entregas a domicilio. Ahí conoció a Chan. El hombre era alto, de complexión robusta, ojos verdes y una sonrisa encantadora. Siempre llegando con ese olor a campo, a flores y a vida, hizo sonreír a Ann.

Pasaron dos años más, Nyoko seguía sin desarrollar su don. Estaba en casa cuando llegó su madre de "las compras" acompañada de Chan. Nyoko sospechó.

Ann: Estoy en casa!!! ¿Nyoko?

Nyoko: Estoy aquí— algo seca— porque tan tarde, mamá.

Chan: Hola, Nyoko.

Nyoko: Ah!— cambió a una cara más alegre— señor Chan! Que bueno que haya acompañado a mamá hasta aquí... Muchas gracias.

Ann: Hija, el no vino a acompañarme.....

Nyoko: Que?.......

Chan: Señorita Nyoko.... Su madre y yo.... Estamos saliendo— algo apenado.

Nyoko: Y hasta ahora pensaban decírmelo?

Ann: Nyoko, no empieces a reclamar.....

Nyoko: No reclamaré nada.... Al contrario, estoy feliz de encontraste por fin a alguien, buenas noches— salió de allí para darles más privacidad.

  
                     𝕌𝕟   𝕒𝕟̃𝕠   𝕕𝕖𝕤𝕡𝕦𝕖́𝕤.

Pasó el tiempo, Nyoko aún no le llegaba su don y vivía ahora con su madre y Chan. Todo parecía marchar bien, hasta que esté último comenzaba a mirar a la chica diferente. Estaba en plena adolescencia y sus curvas resaltaban más, al igual que sus pechos y trasero. Era una adolescente hermosa, con buenas facciones y lenguaje, a pesar de que era de natividad Rusa.

BNHA: El nuevo escuadrón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora