Prólogo

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Mucho tiempo atrás los más grandes sabios del mundo decidieron compartir sus conocimientos más importantes y profundos con un selecto grupo de aprendices provenientes de toda clase de lugares sin distinción, eligiendo a aquellos cuyas aptitudes se complementaran con sus actitudes en un equilibrio adecuado.

Aquellos que se encargaban de llevar las invitaciones a cada seleccionado eran los mismos eruditos quienes siempre podían distinguirse con una marca negra en forma de nudo celta, el cuál fue confundido con una flor de loto, y fue a partir de entonces cuando a aquella organización se le comenzó a llamar en tierra media como "El loto negro".

Entre aquellos reclutadores eruditos existió uno que, contra la opinión del resto de que los estudiantes no debían compartir conocimientos ni interactuar los unos con los otros, estaba seguro de que permitirles compartir su humanidad era lo que potenciaría las capacidades que tenían más allá de su alcance intelectual, y fue por aquel instinto de curiosidad que comenzó a incitar al resto de la organización a prestar a sus superdotados, sin embargo, no fue hasta que en un incidente cinco de sus estudiantes de edades más jóvenes desaparecieron misteriosamente cuando realmente se creyó que al menos al tenerlos más concentrados en ciertos lugares les permitiría cuidarlos de mejor manera, claramente no todos compartían tal pensamiento.

Once años después de la Tragedia de Venecia, aquel que después fue conocido como El maestro pudo finalmente reunir en una misma institución a sus primeros grandes talentos, y aunque no le permitían interferir en el "experimento inicial" para que ellos se encontraran con los otros, finalmente la magnética personalidad de cada uno los llevó a acercarse y reunirse.

El mayor de aquellos jóvenes y último en ser reclutado era Gael James, un pequeño de grandes habilidades en ciencia y tecnologías y con una energía explosiva que dejaba a todos maravillados por su increíble intuición y constante ingenio. La segunda de ellos era Reneè Sörensen una pequeña de intenso cabello rojo que tendía desde joven a mantener sus ideas para ella misma y sin embargo su habilidad en ciencias sociales era inigualable; tenía una memoria casi perfecta para recordar fechas, nombres, lugares, sucesos y además de una curiosidad infinita y atención a los detalles que le permitían percibir hasta lo más insignificante. Finalmente la más joven de los tres y la primera en intentar ser reclutada fue Virya Drakò, una pequeña cuyo cabello lucia azul debido a una extraña condición médica y que desde muy joven demostró un inigualable talento para las artes, pero lo que hacía más especial a esta joven para El Maestro era que Virya había sido la única joven de los cinco a quién pudieron rescatar de la tragedia en Italia, y tras años de terapias y recuperaciones finalmente estaba en un punto de estabilidad que les permitía explotar su talento.

A estos tres jóvenes se les conocía como los "Primum electi", mejor llamados solamente "Primos", y fueron designados como los encargados de guiar a su generación y a las siguientes para convertirse en los grandes líderes y genios de todo el mundo, aunque al final, seguían siendo humanos, y seguían siendo jóvenes.

A través del telescopio: El corazón de las estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora