A través del telescopio: El corazón de las estrellas.

CAPÍTULO IV

El silencio se hizo en la sala y las miradas se fijaron en James, no era claro si su rostro era por enojo, tristeza o decepción, lo único que estaba claro era que no estaba contento con las palabras que Virya acababa de pronunciar y que de algún modo que todos menos Gael entendían, Reneé acababa de apoyar.

—¿Alguien puede explicarme qué está sucediendo?

Gael intentó intervenir pero no consiguió demasiado.

—Bueno, querido consejo, ya saben cómo funciona, los que no sean mencionados salgan de la habitación, esta reunión se va a alargar- Reneè tomó la palabra colocando su mano junto al guantelete rojo que poco antes se había quitado y continuó -Cond Luka, Ter Mark.

En consecuencia James retiró el guantelete púrpura que llevaba puesto y lo colocó en la mesa imitando el gesto de Reneè a la vez que pronunciaba los nombres.

—Cond Marianne, Ter Julián.

Al escuchar el primer nombre todos voltearon discretamente a ver a Virya quien se mantuvo tranquila en su asiento y sin esperar ni un momento o frase más simplemente mencionó los nombres.

—Cond Gael, Ter Mara.

Algunas personas quedaron boquiabiertas pero no protestaron y simplemente optaron por comenzar a salir de la sala con algo de prisa, Gael no sabía qué tenía que hacer pero al ver como los demás mencionados retiraban sus guanteletes y los ponían en la mesa él hizo lo mismo y se sentó junto a Virya. No pasó mucho tiempo antes de que todos los demás salieran por completo de la habitación, entonces sin decir nada Reneé se levantó siendo seguida por Mark y Luka hasta cruzar una puerta de madera; por su parte James también se levantó junto con Marianne y Julián para ir hasta una puerta metálica desapareciendo al cerrarla.

Cuando se quedaron solos el rostro de Virya se suavizó y tomó un gesto de fatiga y vergüenza, se levantó tranquilamente y les hizo un gesto con la mano tanto a Gael como a Mara para que la siguieran; cruzaron una puerta de cristal y atravesaron un pasillo que los llevó hasta una oficina cuya primera vista dejaba impresionado. La pared principal estaba compuesta por un alto y grueso ventanal qué daba vista hacia el jardín externo llenando el ambiente de luz natural y una belleza verde gracias a la rica diversidad de la vegetación en el exterior, inmediatamente entrando podías ver a la izquierda una pared completamente tapizada por bocetos y diversos diseños mientras que al mirar a la derecha tanto Mara como Gael se sobresaltaron cuando en una oficina similar pero ordenada de un modo mucho más estricto observaron a James con Julián y Marianne al otro lado de una pared de vidrio.

Cuando los tres al otro lado del vidrio que los separaba notaron a los recién llegados James se quedó mirando fijamente a Virya y guardo silencio un momento mientras observaba sus ojos color zafiro, ninguno de ellos hablaba ni decía nada en sí pero era como si no lo necesitaran, inconscientemente ambos comenzaron a caminar poco a poco en dirección al vidrio como si hubiesen olvidado que estaba ahí entonces repentinamente el vidrio se oscureció hasta tornarse una pared de cristal negro que los sacó a ambos del ensimismamiento.

—Principessa, tutto bene?

Preguntó Gael tomando con ligereza el brazo de Virya haciendo que esta volteara a verlo y asintiera.

—Lo lamento, estoy un poco desconcentrada.

Aseguró.

—No te preocupes, lo entendemos- respondió Mara de inmediato -Creo que será mejor que nos preparemos para lo que viene.

—Eehhh... Sobre eso... -Gael levantó la mano y llamo la atención de ambas - La verdad es que no estoy seguro de que pueda ayudarlas en nada, lo cierto es que ni siquiera tengo idea de qué está sucediendo.