BLACKRED: mundo de ambición y poder /Albert Wesker y Tu/

¡Capítulo 3!

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La Corporación Umbrella ya había sido inaugurada y en poco tiempo logro ser reconocida como una de las mejores empresas farmacéuticas del mercado. Las investigaciones con el virus progenitor seguían y poco a poco estaban dando frutos. Los tres hombres hacían investigaciones por cuenta propia y además tenían algún que otro experimento oculto. Claro está que, a pesar de trabajar juntos también tenían ambiciones y buscaban tener algún beneficio propio.

Por su lado, James Marcus seguía haciéndole experimentos a T/N, la cual estaba más cerca de la muerte que de dar alguna clase de mejora con los experimentos de Marcus. Este simplemente se limitaba a inyectarle virus, tras virus, tras virus sin ninguna clase de cuidado o seguimiento. Con la apertura de la Corporación, James tuvo a su alcance cientos viruces de diferentes clases y claro está que, todos se los inyectaba a T/N.

Ya paso un año desde que su padre la vendió a Marcus, hace un año ya que ella no ve la luz del sol ni a otra persona que no sea Marcus. Actualmente, ella está al borde de la muerte debido que Marcus la había infectado con un virus que ella no conoce. Su pobre cuerpo esta desnutrido, con heridas y moretones, ya no tiene fuerzas ni para ponerse de pie por lo que se la pasa tumbada en esa camilla húmeda del sótano. Su cuerpo esta esquelético al punto que su piel esta pegada a sus huesos.

-¿Cuándo se terminará esto? - Piensa T/N mientras su mirada se encontraba perdida.

Un año ya paso en donde Marcus se aseguró de dañar a T/N de todas las formas posibles, ya sea de forma física o emocional. T/N se sentía mal tanto física como emocionalmente, pero aun así no lloraba. Desde pequeña a ella le ensañaron a no llorar, a no demostrar lo que siente; a no ser "débil". Siempre suprime todo lo que siente ya sea ira, tristeza o frustración; suprimió tanto sus sentimientos que ahora ya no siente nada. A pesar de todo lo que está viviendo ahora, ella sigue sin demostrar un gesto de tristeza o de cualquier otro sentimiento.

Su mirada está perdida y su cuerpo se encuentra inmóvil en esa camilla, mientras que Marcus comienza a cortar e inyectar diferentes sustancias en su piel. Cada vez que el filo del bisturí pasa sobre su piel ella lo siente, siente como su piel se divide y brota sangre de él; siente como la aguja se clava en su carne y le suministra esas sustancias raras.

-¿En qué tanto piensas? - Pregunta Marcus, mientras vuelve a inyectarle otra sustancia a T/N. - Pequeña, no pienses tanto que te dará dolor de cabeza. Si estás pensando en cómo escapar, nunca lo lograras o si piensas que alguien vendrá a ayudarte, ríndete porqué a nadie le importas.

Las palabras de Marcus resuenan en su mente, pero aun así sigue teniendo su rostro inexpresivo. Parece un cuerpo sin alma con esa mirada inexpresiva y su cuerpo inmóvil, sin poner resistencia a todo lo que ese hombre quiere hacerle. Normalmente lucharía para poder escapar de ahí y vengarse, pero por más que quiera hacerlo no puede. Su cuerpo está enfermo y sin fuerzas, ni siquiera puede ponerse de pie para ir al baño. Todo está en su contra ahora mismo, así que simplemente se limita a dejar que hagan con ella lo que quieren. Si su destino es morir, morirá.

Todo parecía marchar bien, si no fuera porque Spencer comenzó a robar información de las investigaciones de Marcus. Spencer nunca confió totalmente en Marcus y las cosas entre ellos dos nunca fue buena, pero todo se arruino una vez que Spencer vio a Marcus robándose muestras de diferentes viruces que tenía la empresa y llevándoselas. Desde ese entonces y sin que Marcus sospechara, Spencer puso a trabajar a Albert Wesker y William Birkin en la misma zona que Marcus. Todo esto lo hizo solamente con la finalidad que estos dos jóvenes se ganaran la confianza de Marcus y le robaran la información.

Spencer sospechaba que Marcus vendía lo viruces que robaba a otras empresas, pero lo que descubrió fue mucho peor. Gracias a la información que Wesker le proporciono, descubrió que Marcus tenía en el sótano de su casa a una niña en muy mal estado y al borde de la muerte.

- Por eso ese hijo de puta se robaba las muestras. - Dice Spencer con enojo. - Esa es la razón por la cual había días en que se ausentaba.

- ¿Que haremos padre? - Pregunta el joven Wesker mirando con atención a su padre.

Luego de pensarlo mucho y ver lo que le convenia Spencer tomo una decisión. - Albert, llama a Birkin y diríjanse a las instalaciones de Umbrella y junto con un equipo de seguridad asesinen a Ashford y Marcus. - Dice con completa seguridad a lo que el joven de cabellos rubios obedeció sin dudar.

Con esto Spencer se aseguraba la tenencia al 100% de la Comparación haciendo que todo el dineral y los experimentos quedasen bajo su mandato, pero con lo que no contaba Spencer era que en ese momento Marcus no estaba en las instalaciones haciendo que sus planes se retardaran un poco más de lo previsto.

- Padre, logramos asesinar a Ashford, pero Marcus no se encuentra en las instalaciones. - Dice el joven de cabellos rubios a través de la línea telefónica. - ¿Qué podemos hacer?

- Deshazte del cuerpo de Ashford y luego ve a su oficina, toma todos los archivos que contengan información importante y tráemelos. - Ordeno una vez más y luego colgó la llamada. Spencer estaba un poco frustrado, pero aun así no se dejaría ganar.

Los días pasaron y Marcus por fin decidió ir a las instalaciones de umbrella a seguir con su parte de la investigación. Antes de marcharse, decidió ir a ver a T/N. - ¿Aun no te mueres? Estas durando más de lo que creí pequeña rata. - Dice Marcus entre risas mirando el cuerpo de la niña. - Bueno, tengo que ir a trabajar, así que pórtate bien. - Sin decir mucho más, se fue.

Tras un largo viaje, llego a las instalaciones y comenzó a dirigirse a su zona de trabajo. Le pareció raro que estuviera todo tan vacío, ya que normalmente las instalaciones siempre estaban llenas de empleados de aquí para allá. Lo que más raro se le hizo fue no ver a Ashford por ninguna parte, ya que a diferencia de él y Spencer, Ashford nunca dejaba las instalaciones. A pesar de todo, decidió no darle mucha importancia y se adentró a su laboratorio, donde su actual experimento lo esperaba... Las sanguijuelas.

Marcus estaba feliz, ya que no había ruido y nadie lo estuviera molestando. Normalmente siempre estaban Birkin y Wesker preguntándole todo el tiempo lo que hacía y como iban sus investigaciones, por lo que ahora que estaba solo sin que nadie lo moleste le parecía perfecto.

La noche era tranquila y silenciosa, las horas pasaban lentas y todo marchaba de maravilla con el experimento de Marcus, pero claro, no todo puede ir siempre bien. La noche aun es larga y el destino siempre tiene sorpresas. La vida depende de un hilo muy fino que a la más mínima fuerza se rompe. Si eres malo o bueno a todos nos espera el mismo destino. Todo se puede acabar es un abrir y cerrar de ojos.

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