"Confesión No. 888" (Haqin) Shuumatsu no Valkyrie)

Capitulo Uno

¡Hoy iba a ser un día maravilloso! Tan pronto como se levantó y corrió a apartar el baño. Se preparó la dicha y con una enorme sonrisa se miró en el espejo empañado.

- ¡Hoy es mi cumpleaños! - dijo totalmente emocionado mientras daba unos brinquitos, pero con mucho cuidado. No quería resbalarse.

En su mente tan colorida y espléndida se imagino la forma tan bonita en la que pasaría su día especial. Quizás su madre prepare los bocadillos de mango que tanto le gusten o su padre y hermanos hagan un maratón de películas. ¡Cualquier cosa estaría bien! ¡Solo quería que fuera inolvidable!

- Estoy seguro de que finalmente Hades me corresponderá. - dijo mientras bajaba la mirada y se sonrojaba un poco al pensar en su amor platónico - Hoy sucedera,lo sé. - susurro mientras apretaba los puños con positivismo.

El. Era Ying Zheng, también conocido como Qin Shi Huang, un chico normal, con una vida normal. Pero con un solo propósito en la vida, tener  el amor de Hades Helheim.

Hades es un chico que va a su misma universidad y también es una de las personas más populares de toda la escuela. Es el tipo ideal para cualquier chico o chica, era amable, maduro,bondadoso y gentil. Con un aspecto físico igualado al de un mismisimo dios. Atractivo, alto, fornido de unos ojos peculiarmente morados y un cabello blanco brillante como las estrellas ¡Era perfecto! Y lo supo desde la primera vez que lo vio caminando por el pasillo en su primer día de clases.

Era tan bonito y perfecto. Que nunca había visto a nadie más así es su vida...

Y a partir de entonces se propuso la hazaña de amarlo con todo su corazón y salir con el!.

Al principio, hizo de todo para acercarse, intento ser su amigo,pero el albino ya tenía muchos así que fracaso. Luego fue sincero y lo invito a salir,pero la novia de el, llamada Perséfone, no se lo permitió,luego intento conquistarlo, pero todos sus regalos fueron desechados de inmediato tan pronto los veía el otro en su casillero. Luego empezó a seguirlo a todas partes intentando ser, por lo menos su sirviente. Pero ni eso le interesó.

Cada vez que tenía oportunidad le daba cartas llenas de mucho sentimiento. Pero el otro ni siquiera las leía, rompiendolas frente a sus ojos. Al principio fue una, luego dos, después quince, luego cincuenta, cien, cuatrocientas setenta y seis, seiscientas ochenta y cuatro y hasta ayer eran la módica cantidad de ochocientos ochenta y siete.

¡Pero hoy era la más importante! ¡El número ochocientos ochenta y ocho! ¡Un número de la suerte que caía en su cumpleaños! ¡Hoy el destino estaba de su parte, estaba seguro de eso!

Así que cuando terminó de hacearse se puso su  ropa más bonita y llamativa, se peino para la ocasión e incluso se maquillo un poco radiante de la emoción, ignorando por completo los gritos de su hermano Kojiro y Nostradamus pidiéndole que se apresurara.

- ¡Hola a todos! ¿Hoy hace un buen día no? - dijo mientras salia abriendo la puerta de par en par y sonreía como un solo

- Creímos que vivirás ahí toda tu vida.. - respondió sarcástico su hermano rubio mientras se reía

- ¡Quítate que me estoy meando!. - respondió Kojiro mientras lo empujaba un poco y entraba al baño dando un portazo.

Qin fue dando brinquitos a la sala de estar y vio la misma imagen de siempre, sus padres cocinando y sus hermanos apurados para ir a la Universidad.

- Hola cariño buenos días. - canturreo su madre con una sonrisa.

- Hola mami Eva, buenos días. - saludo Ying mientras corría a abrazarla y a ronrronearle como un gatito a su mami, quien le acariciaba el cabello.

Si ...
Definitivamente este día iba a ser maravilloso.