Dark, Strange And Beautiful.

1. El secuestrador.

Cafetería "BELLA"

A estas horas de la noche, a pesar de ser temprano, ya no hay nadie en la calle... Al menos, no solo.

El viejo de la cafetería BELLA cierra tarde, no deja pasar ni un posible cliente, su zona es universitaria, los estudiantes llenan inesperadamente el lugar a cualquier hora. La campana de entrada suena y dos chicas entran tomando asiento en la mesa 5, el camarero se desplaza de la mesa 8 hasta ahí para dar la bienvenida.

Ya en el mostrador dando la orden de las chicas, comenta al viejo lo sorprendente que es ver a dos chicas jóvenes a estas horas de la noche.

— Al fin de cuentas es temprano, y no están solas. — dice el viejo sin tomarle interés.

Esto es Forgotte, un lugar casi olvidado. Su mantenimiento sigue gracias a su universidad. Su nombre se adoptó por burla, apesar de ser parte de un estado latino, su nombre es "olvidados" en inglés. Forgotte es famosa por su universidad, pero últimamente, desde ya casi seis meses, a estado en boca de todos por desapariciones.

Nadie sabe quien está detrás de estás, y tampoco si siguen vivas, el miedo no hace más que crecer, y la policía aún no dice nada.

— deberían ir ya a casa. — dice el camarero a las chicas de la mesa 5.

— ¿entonces esos secuestros no son un mito?— una de ellas lo mira sonriendo de manera burlona echándose el cabello rojo hacia atrás de los hombros— Son solo estupideces, y si en tal caso es real, es lo único interesante que tiene este lugar de mierda.

La otra chica sonríe avergonzada — ella no es de aquí.

El camarero le devuelve la misma sonrisa. — ¿ Están en la universidad?

— yo lo estoy — dice la de cabello rojo —, estudiar en MODU es lo único que me obliga a estar aquí.

— ¿ Que hay de ti? — pregunta a la otra chica. Ella alza la mirada sonrojada.

— todavía estoy en secundaria. — dice como si fuera algo malo.

— Entonces con más razón tienen que irse. — el viejo llega. El camarero toma las tazas de las chicas y se va.

A regañadientes la chica de cabello rojo sale junto a su amiga de secundaria. El viejo cierra la cafetería y comienza a acomodar todo junto al chico.

Ya todo listo, el chico se despide del viejo y marcha a su casa. El viejo toma las bolsas de basura y sale a un costado del negocio en el callejón donde están los compartimientos de basura. Deja sus bolsas y aprovecha para encender un cigarro. El silencio es tensó y relajante, en parte apesar de todo, el lugar no era feo, solo descuidado; el viejo sabía valorar eso, ya que siempre había sido su hogar.

— ¡AYUDA! — abre los ojos con tan repentino grito, mira a sus lados y lo vuelve a escuchar — ¡SUELTAME! ¡AYUDA! ¡POR FAVOR! ¡ESTÁ LOC...!

— ¿¡QUIEN ANDA AHÍ!? — grita el viejo adentrándose a lo más oscuro del callejón, dejándose llevar de los gritos. Toma un tablón tirado como arma mientras sigue el sonido de los quejido de la mujer, hasta que siente como lo jalan detrás de un basurero.

— ¡Señor! — dice la chica susurrando, está llena de sudor y su mejilla hinchada. — ayúdeme por favor... — comienza a llorar.

— ¿Dónde está tu amiga? — le pregunta inquieto.

— se la llevó... — murmura.

El viejo toma a la chica del brazo y la lleva con el dentro de la cafetería otra vez. Toma el teléfono y comienza a marcar a la policía.

— ¿ Lo viste? — le pregunta mientras marca.

Ella niega — tenía el rostro cubierto... — fue directo a Kelly... Yo... No sabía que hacer.

El viejo declara una nueva desaparición a los policías y les pide buscar a la chica . Le da el teléfono para que marque a sus padres y se la llevan en la patrulla.

¿Quien será ese maldito?

De mala gana apaga las luces y sube a dormir. Al día siguiente recibe al camarero con una nueva noticia.

— A partir de hoy, cerramos al atardecer.