Dark, Strange And Beautiful.

2. Ojos verdes.

Día después del secuestro.

" Trás recibir la llamada, la policía fue en busca de la estudiante de 17 años Camila Rojas, quien al salir de la cafetería BELLA, junto con la víctima Kelly Ferrer de 20 años de edad, fueron atacadas por un hombre encapuchado, el cual desapareció con la chica. Según las descripciones, el cuerpo hallado hoy a la mañana es de la estudiante universitaria Kelly Ferrer. Está noticia ha llenado de angustia a los habitantes de Forgotten debido a que es el primer cuerpo sin vida que encuentran desde que comenzaron las desapariciones..."

— Estaba viendo eso — digo siguiendo a mi mamá con la mirada  después que apagará la tele.

— no sirve de nada que escuchemos más casos de víctimas, y no de una solución. — se queja.

— están cerca de una, ya lo vio alguien. — me pongo de pie caminando con ella a la cocina, ella bufa.

— esa chiquita está traumada, no puede dar detalles de nada, Gabriel. — pone los ojos en blanco. Me encojo de hombros y decido dejar la conversación hasta ahí.

Mi mamá es una mujer supersticiosa, desde la primera desaparición a mantenido la guardia, y cuidado bien de nuestros horarios. Se informa todo el tiempo, y me a contagiado el tema a mi también. Más sin embargo, creo que hoy ya se canso del misterio.

Tomo mi mochila y me despido de ella con un beso, me da la charla de siempre para volver lo antes posible a casa, y que no confíe en nadie hasta dejarme ir.

Forgotten apesta en todos los sentidos, Pero el lugar más podrido es el sector 17... Dónde vivimos. Nunca conocí a mi padre, así que siempre hemos sido mi mamá y yo, siempre hemos estado aquí, pero no es lo que quiero para siempre. Un día voy a salir de este lugar de mierda.

Llegó a la parada y veo el auto gris que siempre me espera en las mañanas, cruzo la calle corriendo hasta el y subo.

— un día de estos, yo seré el próximo en salir en las noticias — dice Raúl sonriendo.— tardaste mucho, llegarás tarde.

— que importa — me encojo de hombros — en la escuela paso desapercibido, nadie me ve, me siente o siquiera piensa.

— bueno entonces piensa en mi — arranca el auto — , no soy de por aquí, un día de estos podrían matarme.

— al asesino le gustan las mujeres, Raúl. — cierro los ojos recostandome por completo en la silla.

Raúl es hijo de la familia a la que trabaja mi mamá, estudia medicina en MODU, nos conocemos desde pequeños, así que nos hicimos amigos. Nuestro estatus no es el mismo, pero eso no nos impide ser amigos, y que el sea mi transporte a la escuela. Llegamos, me despido de él y entro al lugar.

Estoy en último año de secundaria, no somos muchos los estudiantes aquí, más que todo hay estudiantes Pero en la universidad, ya que son de otros estados, Pero nacidos en Forgotten son muy pocos.

— viste que Camila fue atacada por el asesino — escucho a los chicos frente a mi.

— no se que me sorprende más, que Camila esté viva, o que tenía una amiga universitaria cuando aquí no habla ni con su sombra.— todos comienzan a reír.

Su risa acaba con la entrada de Camila Rojas al aula. Me sorprende que allá aparecido hoy, lo de ayer parecía haber sido una razón razonable para faltar.
Los murmullos empiezan mientras ella toma asiento al final. Camila no habla con nadie... Camila no habla, siempre está sola, es extraña, misteriosa y considerado por medio curso, bonita; Pero nadie se anima a hablarle.

Volteo para mirarla, ella solo está garabateando en su cuaderno. ¿Por qué vino? El golpe en su mejilla aun es visible, y todos no paran de hablar de ella. Me sobresalto al ver qué levanta la mirada hacia mi Pero no quitó la mirada, Camila tiene una mirada cansada, y unos ojos verdes muy oscuros que siempre me dieron curiosidad.

¿La razón de su silencio es tristeza?

La primera clase termina y paso el recreo con mis compañeros. Nunca he tenido muchos amigos en mi vida, son contados los que he hecho, el único que a durado es Raúl, por algo es mi mejor amigo. La escuela es solo una etapa, tampoco me molestaría la soledad si de ello se tratara, además, planeo irme de esté lugar.

— oye Gabriel — volteo al escuchar mi nombre —, mañana comienza la práctica con el equipo de fútbol.

Frunzo el ceño — pero no hay entrenador.

— ya consiguieron uno, mañana comenzamos — me palmea el hombro —. Nos vemos mañana.

Tomo aire antes de caminar, la verdad es que no me anima el tener que jugar, Pero es nota, y tampoco es que sea el mejor estudiante.

— un nuevo entrenador...