8. Me gustas.

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Universidad MODU. Facultad de artes.

Baile, teatro, pintura, Música y canto, cosas triviales que nunca le toman importancia. Cuando era pequeño estuve en clases de guitarra, Pero fue para formar un hobbit, no para dedícame a eso toda la vida. Tal vez es diferente porque en mi, no está la pasión en ello, cosa que si tienen los estudiantes de está facultad.

Me gusta mucho éste ambiente, es más relajado que la facultad de medicina, incluso más que mi propia casa. Era mi ambiente seguro para descansar, y ahora se unió una nueva razón para seguir yendo más de lo habitual.
Recuesto mi rostro en mi mano mientras miro a Camila limpiar, ella ya conoce mi presencia, incluso me espera... A veces.
Su baile me dejó hipnotizado, creo que la razón del empeño en verla todos los días es la esperanza de que vuelva a bailar, y está vez para mí.

— cuando te quedas mirando así, das un poco de miedo — dice sin voltear a verme.

— no te estoy mirando lasciva mente — sonreí — , simplemente me preguntó ¿ Cuando será el día en que me vuelvas a bailar?

— no estaba bailando para ti ese día — murmura, me levanto y comienzo a acercarme. — . Aún no lo sé, Pero no quiero tener problemas por estar haciendo el trabajo con un estudiante.

— no soy de está facultad. — digo ya junto a ella.

Ella levanta la mirada, le sonreí para darle más seguridad, ella solo lo hizo a medias.

— vas a bailar conmigo — le digo tomando el pañuelo en su mano y dejandolo de un lado. — . Quieras o no.

Le tomo las dos manos y la guío al centro del salón, ella mira a los lados preocupada e inquieta.
— no va a venir nadie, tranquila — le guío una mano a mi hombro, y la otra la entrelazó con la mía.

— dijiste que no sabes bailar — me recuerda una de nuestras charlas.

— lo dije para que me enseñarás — le sonreí.

Camila sonríe abiertamente comenzando a moverse de un lado a otro. Con dificultad intento seguirla, pero sus movimientos son fuertes, descontrolados y raros.

— ¿ Que rayos? — digo entre risas.

Camila me hace dar una vuelta cambiando la posición de nuestras manos, ahora su mano es la que toma mi cintura. Se acerca a mi con los ojos entrecerrados sonriendo.

— eres muy básico y aburrido, Raúl. No todo en la vida tiene que tener un orden, si te gusta puedes hacerlo, si no lo haces bien, hazlo a tú manera. Si te diviertes, entonces lo estás haciendo exelente.

La quedo mirando analizando sus ojos, ese color verde, las ojeras marcadas, Camila tiene la mirada más extraña mente hermosa que he visto en mi vida.

— eres hermosa Camila — digo honestamente.

Ella sonríe — Eso tiene sus desventajas.

— aprovecha lo bueno. — le digo llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

— es lo que he estado haciendo desde que lo descubrí — se aleja de mi y comienza a dar saltos con desorden por todo el salón.

— está completamente loca — murmuré sonriente. Desde que llegué aquí, lo más interesante que me pasó fue conocer a Gabriel, justo ahora he sido flechado por otra maravilla extraña de esté lugar.

Creo que en verdad me puede gustar.

•••

Las calles de Forgotten son solitarias desde antes del atardecer, pocas personas son las que encuentras en tú camino. Ya desde hace dos meses que no hay señales de una persona desaparecida.

¿ Tal vez el asesino se canso? ¿Fue descubierto? ¿ Se fue?

Apresar del silencio, el temor continúa, unos ya se están confiando de su ausencia, mientras que otros siguen alerta. Yo la verdad que no sé que pensar, el asunto de un asesino me pareció un misterio más de aquí, no le tome mucha importancia, Pero Gabriel me a lavado el cerebro de supersticiones.

Veo una chica sentada en una parada de autobús, detengo el auto y bajo la ventana inclinándome para verla.

— hola — ella sonrie — , es algo tarde ya ¿ No te parece?

— estoy esperando a alguien, no te preocupes. — me dice mirando a los lados.

— ¿ Segura? No puedes estar por ahí confiando en cualquiera.

— lo se — me mira expectante, niego divertido.

— no intento secuestrarte por si acaso — me acomodo en mi silla de nuevo. — . Bueno, ten cuidado.

— lo tendré — sonríe.

— aproposito, bonito suéter — le digo subiendo la ventana. La dejo mirando su ropa.

Tengo un mal presentimiento...

Dark, Strange And Beautiful.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora