UNA VEELA ENAMORADA

1. LA SELECCIÓN

Despertar con los gritos de Mione era reconfortante y al mismo tiempo molesto para el peli rojo y castaño, pero está de más decir que el castaño no había tenido una buena noche, en realidad es muy raro el día en que puede dormir toda la noche sin despertarse por las pesadillas.

-Harry, levántate llegaremos tarde al desayuno y después de eso tenemos clases, rápido de pie- la castaña volteo su vista a Ron- Ron, de pie se que me estas escuchando- tomo la manta y destapo al peli rojo- tienen menos de 20 min para estar listos- con eso dicho salió de la habitación dejando a los chicos solos para que puedan alistarse.

Al estar listo se encontraron con su amiga en la sala común y se dirigieron al gran comedor para poder desayunar e ir a sus clases, al llegar encontraron a las serpientes sentadas en su respectiva mesa, y como era obvio Harry vio directamente al rubio del trio de plata hasta que este le hizo contacto visual con él.

- Harry, si quieres ver a Malfoy podrías disimular un poco- le comento la castaña.

Harry desvió la mirada dejando al rubio un poco desconcertado por el repentino contacto que tuvieron.

-Señores estudiantes antes de que se retiren a sus respectivas clases les quiero presentar a Gaspar , en la Veela que examinara a los estudiantes para competir en la carrera de las Veelas, se estará llamando casa por casa para que se acerquen a la enfermería, y con esto dicho, pueden retirarse a sus clases.

El trio de oro simplemente se puso de pie y se retiró, pero el trio de plata solo los miraba de lejos mientras sentían que su cuerpo se calentaba poco a poco.

-Tenemos que irnos así que dejen de mirarlos como perros en celo- les dijo la peli negra.

Blaise y Draco voltearon a ver a su amiga que ya estaba de pie y a unos cuentos pasos de ellos y la imitaron de todos modos tenían que ir a clases, después sabrían quienes eran los que entraban a la carrera.

.

.

.

.

Harry tenia una cosa muy clara, aunque Snape ya no fuera el profesor de pociones odiaba esa materia con toda su vida, de todas las pociones que había hecho en todos sus años en Hogwarts podría decir que solo el 1% le habían salido bien, aunque el maestro Slughorn era bastante bueno enseñando su clase, él no podía y como siempre esa clase la compartida con Slytherin que por alguna rara razón no podía dejar de pensar en el rubio con ojos grises desde que termino la guerra.

El peli rojo noto que su amigo no dejaba de ver al rubio así que tomo su hombro para que volteara su atención a él, pero antes de poder decir algo la profesora McGonagall toco la puerta interrumpiendo la clase.

-Lo siento mucho profesor, pero necesito que los estudiantes de ultimo año de Slytherin vayan a la enfermería.

-Por supuesto profesora- contesto Slughorn.

- ¿Debemos ir todos profesora? -pregunto Draco.

-Todos señor Malfoy, así que por favor pónganse de pie y síganme.

Los Slytherin hicieron caso a la orden y se fueron retirando junto con la profesora McGonagall.

- ¿No hay estudiantes Veela dentro de Hogwarts?

-Supongo que si Harry tampoco tenemos un modo de saber si son Veelas o no a menos que ellos mismo nos lo digan o alguien los vea volando.

-O alguien los haga enojar y explote toda su ira- termino de decir Hermione.

Con eso Harry dejo de preguntar y volvió a poner toda su atención a la clase y tratar de que su caldero no explote.

Al terminar toda la jornada el Harry y Ron estaban muy cansados, sentados en la sala común frente a la chimenea mientras que Hermione leía un libro acostada en el sillón.