Capitulo 23 -Lockwood

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Me desperté, alerta por los ruidos en la cocina que anunciaban el inicio de un nuevo día. El rayo de luz que se colaba por la ventana me indicaba que era hora de levantarme, alargo la mano en busca de Liese, pero ella no está, supongo que ya se habrá levantado, lo raro es que no lo he notado y es difícil de creer teniendo en cuenta que hemos dormido bien abrazados por el poco espacio de su cama individual. Rápidamente, me cambio y agradecido de que, aunque Londres estuviera helado afuera y que ese frio entrase por mi ventana rota, dentro de la casa apenas se sintiera el frío.

Desciendo las escaleras medio adormilado y los veo en la cocina. Liese y Lucy examinaban una caja de cristal que contenía el anillo, mientras George hacía ajustes en una especie de aparato.

—¿Hola, buenos días? —saludo, apenas con ánimos, y me senté en una silla frente a Lucy y junto a Liese.

—Hola—, responden los otros tres, devolviendo mi saludo.

Liese se levanta y va hacia la encimera donde se pone a preparar un té, yo la sigo.

—No estabas cuando me he despertado, pasa algo.

—No, es solo que no podía dormir más, ya sabes los murmullos de ese cuarto y no quería despertarte, necesitabas descansar por lo que he bajado y me he puesto a ayudar a mi hermano—concluye y me entrega el té que estaba preparando, está justo como a mí me gusta y que lo sepa me llena de amor, me inclino y le doy un tierno y rápido beso antes de volver juntos a la mesa.

—¿Qué hace el anillo en una vitrina? — pregunto, observando detenidamente la caja de cristal.

—Coloqué el anillo detrás del cristal de plata para que podamos examinarlo sin peligro—, explica George mientras ajustaba un lente en lo que parecía ser un telescopio.

—Sí, pero es de día—, señala Lucy, anticipando que no obtendríamos ninguna reacción del fantasma.

—Bueno, solo para recalcar lo obvio, a mí me gusta correr menos riesgos que a ti—, admite George con obviedad, mostrando que era más miedoso que yo.

—Lo importante es que el intruso buscaba el anillo, pero ¿por qué? —pregunta él, mostrando una sonrisa de oreja a oreja que indicaba que había encontrado algo. Y era cierto, ya que, al presionar un botón, se encendió una pequeña pantalla que mostraba el anillo más de cerca.

—Un grabado en el interior—, declara Liese con orgullo por su hermano, y todos nos acercamos para intentar leer el código.

—H, 2, 2, 1, 1, 5... ¿podría ser 'H' de Hugo? — sugirió Lucy, y sentí que era una posibilidad, aunque George habló antes que yo.

—Eso es lo que pensé, pero ¿quién era la otra 'H' en la vida de Annabelle? —pregunta George, esperando que alguien supiera la respuesta, aunque él ya la conocía.

—Acto dos, escena dos—, dice, extendiendo el libro de la obra de Ofelia.

—'Debes dudar de que las estrellas sean fuego, dudar de que el sol se mueva, dudar de que la verdad mienta, pero jamás dudes que te amo'—, lee Liese, y todo encajó para mí.

—Ahí está, el grabado es una carta de amor— afirmo emocionado, y George me mira con orgullo, lo que me hizo sentir más seguro de mis palabras.

—Por eso Annabelle quería que cogiera el anillo, eso prueba que ella y Hugo estaban juntos. ¿Con eso basta para incriminarlo, no? — pregunta Lucy emocionada, y todos nos levantamos de nuestras sillas, pensando que cerraríamos todo en ese preciso momento. Pero yo sé que no sería tan simple

—No, no prueba nada. Estaban juntos, pero no es evidencia de que la matara—, digo, arruinando la emoción del momento, me acerco a la maquina y desconecto algunos cables.

Guardiana del Umbral: Lockwood and coDonde viven las historias. Descúbrelo ahora