Guardiana del Umbral: Lockwood and co

Capítulo 9 - Mix

Pov-Lockwood

El sol me despierta con su cálido resplandor. Me estiro y bostezo antes de sentarme en la cama, recogiendo mis pensamientos y preparándome mentalmente para el día que me espera. La noche anterior, Anneliese parecía preocupada, pero no pude indagar más ya que estaba sumergido en mi trabajo.

Me levanto y me dirijo al comedor, donde suelo tomar un café antes de empezar el día. Al entrar, noto que Anneliese no está allí. Es inusual, ya que siempre nos reunimos para el desayuno. Miro a George, que parece un poco distraído mientras mira una taza de café.

—Buenos días, George —saludo, sirviéndome una taza de café.

George levanta la vista y me saluda con una sonrisa forzada.

—Buenos días, Lockwood. ¿Cómo estás?

—Bien, gracias. ¿Y tú? —pregunto, sentándome frente a él.

—Bien, solo pensando un poco —responde, evasivo.

Siento que algo está pasando, pero decido no presionar por ahora. Después de todo, si Anneliese quiere compartir algo conmigo, lo hará cuando esté lista.

Mientras desayunamos en silencio, no puedo evitar recordar la conexión que he sentido con Anneliese. Hay algo en ella que me atrae de una manera que no puedo explicar. No solo es su don o la forma en que se siente atraída por los objetos, sino algo más profundo, algo que siento cada vez que estamos juntos.

Terminamos de desayunar y George se levanta, listo para empezar el día.

—Voy a revisar algunos detalles del próximo caso. ¿Te unes? —me pregunta.

—Claro, vamos allá —respondo, dejando mi taza en el fregadero y siguiendo a George hacia su estudio.

Mientras trabajamos, no puedo evitar preguntarme qué decidirá Anneliese sobre su futuro. ¿Se quedará con nosotros y seguirá aprendiendo a controlar su don, o decidirá seguir un camino diferente? La incertidumbre me pesa, y no puedo evitar expresar mi preocupación.

—George, me preocupa Anneliese. ¿Ha pasado algo? —pregunto, intentando entender lo que está sucediendo.

George se detiene un momento, pensativo, antes de responder.

—Hablé con Ann anoche. Está reflexionando sobre algunas decisiones importantes, pero será ella quien decida cuándo y cómo hablar sobre ello —dice George, su tono es serio pero amoroso.

Decido actuar sobre mi preocupación y aprovecho la excusa de que Anneliese no ha bajado a desayunar para subirle algo a su habitación.

—Voy a por un té y creo que le subiré algo a ella. No es bueno que no coma nada después de lo de ayer.

Mientras bajo hacia la cocina las escaleras, George lanza un comentario sarcástico que me toma por sorpresa.

—Oye, Lockwood, no sabía que habías ascendido a proveedor oficial de desayunos. ¿Vas a llevarle algo especial a mi hermana pequeña? —dice George con una sonrisa burlona.

Me detengo un momento, sorprendido por el comentario, pero luego respondo con una sonrisa.

—Solo estoy preocupado por ella, George. ¿Quién sabe? Tal vez me esté convirtiendo en el chef oficial del equipo —respondo, intentando aligerar el ambiente con un tono más ligero.

Subo las escaleras hacia la habitación de Anneliese, llevando una bandeja con un desayuno ligero. Llamo suavemente a su puerta antes de entrar.

—Anneliese, soy yo, Lockwood. He traído algo para ti —anuncio, intentando sonar lo más calmado y amable posible.