Todo cambia

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Cuando sus ojos se abrieron, pudo ver por los amplios ventanales que la noche ya había llegado, dando una vista hermosa de la ciudad, la cual estaba iluminada por millones de luces.

Observó hacia el otro lado de la cama y se dió cuenta que estaba completamente vacía, sin algún rastro del hombre, el desconocido al cual habia entregado su virginidad solo unas horas antes.

No pudo evitar cierto malestar al verse solo, se sentía algo así como abandonado, sin entender a ciencia cierta lo que sentía.

Se levantó con rapidez y tomó sus ropas para comenzar a vestirse, necesitaba salir lo antes posible de ese lugar.

Ahora observando a su alrededor no parecía ser una habitación de hotel cualquiera, parecía realmente que aquel hombre, Guk, residía en ese lugar, era su residencia permanente.

El tipo debía estar forrado de dinero si podía darse aquellos gustos.

Antes de caminar hasta la puerta, dió una breve mirada al lugar por última vez, como si quisiera tener un recuerdo de aquel sitio donde su virginidad habia llegado a su fin.

De solo recordar la forma en que ese desconocido había tomado su cuerpo y lo había profanado, tan exquisitamente, hacia que su piel se erizara y que sus mejillas ardieran ante la vergüenza que sentía ahora, después que todo el calor habia pasado.

Una nota, sobre la encimera que estaba a un lado de la salida de la habitación llamo su atención, viendo que en el inicio de esta, estaba su nombre.

Taehyung, mi exquisito Vante, lamento mucho no quedarme, me hubiese gustado volver a follarte, despertarte de tu hermoso sueño mientras jodia tu bonito culo fuerte y profundo, así como te gusta, como te encantó que lo hiciera, pero el deber me llama, tengo trabajo que hacer.
Espero volvernos a encontrar...
Gracias por el divino regalo de dejarme ser el primero en probar el placer de tu cuerpo, esperaré con anisas el día en que me permitas estar entre tus piernas nuevamente.
Atte, Guk.

Sonrió inconcientemente mientras leía aquellas líneas, ese tipo sabía muy bien como usar sus cartas y aunque fuese todo un descarado, no le hacía sentir incómodo, le gustó que fuese tan honesto con lo que quería hacer con el, descubrió que le gustaba esta nueva versión descarada que comenzaba a salir desde ahora.

Sin más abandono el lugar rápidamente y camino hasta la parada de autobuses, la locura había acabado y ahora debía volver a casa, a la que llamaba casa, una habitación con un pequeño baño, que habia podido conseguir a un precio razonable y que le permitia tener  un techo donde refugiarse.

El día había sido intenso, lleno de emociones nuevas, de lo que si estaba seguro era de que luego de lo vivido, tal vez sería más fácil para el su primer encuentro con el Nirvana.

°°°°°°°°

La noche caía sobre la ciudad y su teléfono no dejaba de timbrar con una llamada entrante.

A penas llegar a su casa, había caído desplomado sobre la cama, con su cuerpo adolorido producto de el encuentro que había tenido.

Se levantó de su lugar y tomo el móvil para darse cuenta que se trataba de Seokjin, al cual atendió de inmediato, recordando que aquel día su amigo, por su propia petición lo llevaría a aquel bar que tanta curiosidad le había generado luego de la estúpida ruptura.

— Jin...

—¡Que carajos Tae, me tenías preocupado!

Peligrosa tentación (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora