Relación

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Taehyung no recuerda haber dormido tan a gusto desde hace mucho tiempo.

Los cálidos brazos rodeando su cuerpo, no dejaban recuerdo de la fría habitación en la cual vivía y a la que ahora desde que estaba con JungKook, no había regresado frecuentemente, lo que por alguna razón le hacía sentir algo de alivio.

Las condiciones precarias en las que la residencia se encontraba, más el absurdo arriendo que le cobraban, lo habían tenido en un estrés constante durante mucho tiempo.

Cada una de sus preocupaciones seguían ahí, no desaparecerían de un momento a otro, pero el pelinegro lograba hacer que su mente se sintiera más liviana, más tranquila, con solo su presencia.

La noche anterior había Sido algo diferente a lo que ellos acostumbraban como Dom y sumiso.

Aunque no se habían dicho con palabras lo que se estaba creando entre ellos, era claro que por la forma en que habían tenido ese encuentro, las cosas no seguirían tan igual a como habían sido hasta ahora.

Acomodó su cuerpo, liberandose del agarre que tenía Jungkook sobre el, quien al verse privado de aquel calor, aún dormido frunció su entrecejo mientras ponía su cuerpo boca abajo y continuaba con su descanso.

Taehyung se encontraba boca arriba, observando el techo de la habitación, justo dónde estaba aquel espejo que le hacía sonrojar por el recuerdo de lo sucedido la noche anterior y el que dejaba ver en su reflejo las múltiples marcas en su cuerpo, y el rastro de sus uñas en la espalda descubierta del mayor, quien dormia plácidamente y le estaba dando la oportunidad de observarlo sin reparos a través del espejo.

El menor podía jurar que nunca había visto una imagen más perfecta que la que le otorgaba ese hombre que en aquel momento se veía tan calmo, tan perfecto sobre las sábanas, las cuales cubrían levemente su trasero y dejaban ver casi por completo su anatomía, un perfecto cuerpo que el había tenido el privilegio de probar.

Mordió su labio inferior cuando las imágenes comenzaron a pasar por su cabeza, había sido intenso y no solo sexualmente, el estaba claro de los sentimientos que se generaban en su corazón, unos que había intentado mantener a raya y que por alguna razón se negaban a mantenerse ahí, bajo control, sin interponerse en el acuerdo que ambos habían creado desde el momento en que se conocieron.

Solo sería sexo.

No habían emociones de por medio, no era correcto que eso sucediera, era imposible, totalmente loco, si tenían en claro el estilo de vida en el que se habían involucrado.

¿Entonces por qué se sentía diferente?

¿Porque la idea de amar al pelinegro no le desagradaba?

Aún sabiendo que podría terminar con su corazón destruido, la sola idea de tener a ese Jungkook que nadie conocía solo para el, aún que sonara egoísta, lograba ser más tentadora que la de no mezclar sentimientos.

Podía jurar que la noche anterior el pelinegro no había solo compartido un encuentro sexual con el, estaba seguro que se había sentido como algo más, y las ganas por saberlo le estaban haciendo perder el juicio.

¿Sería muy arriesgado de su parte solo preguntar?

Tal vez una conversación clara, sin rodeos era lo que necesitaba para seguro adelante y dejar libres su emociones o desde ya montar una barrera que mantuviera a Salvo su corazón, uno que se había revelado y que se negaba a dejar de latir de forma apresurada por el que había tomado algo más que su inocencia.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el pelinegro comenzó a removerse sobre la cama restregando su anatomía sobre las sábanas mientras su ojos se abrían lentamente.

Peligrosa tentación (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora