Bienvenido al Nirvana

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Frente a ellos, unas puertas enormes, custodiadas por dos sujetos fornidos y con cara de pocos amigos le impedían el paso al lugar.

Jin sonrió por la cara de sorpresa de Taehyung y se acercó hasta uno de los tipos, hablándole en el  oído, haciendo imposible que su amigo escuchara las palabras que decía.

Sin decir nada solo manteniendo sonrisas ladinas en sus rostros, los hombres abrieron las puertas y les permitieron el ingreso, no sin antes darle una mirada lujuriosa a Taehyung, quien se cohibio en su lugar al darse cuenta que aquellos lo observaban sin pudor, con miradas hambrientas, llenas de deseo.

Por inercia cerró el abrigo que portaba, como si tratara de ocultarse de los ojos descarados que lo veían de arriba abajo con tanta insistencia.

—Vamos— dijo Jin sosteniendo su brazo y dirigiendolo dentro del bar.

Una vez entrar, la música, el humo del cigarrillo y las voces podían percibirse a la perfección, era increíble como aquellas puertas protegían tan perfectamente del ruido hacia el exterior.

No pasó ni siquiera aún segundo cuando sintió la tibia respiración de alguien sobre su cuello, lo cual lo asustó un poco pero obedeció a Jin quien le hizo una señal para que mantuviera la calma, al parecer el sujeto lo estaba revisando, investigando al nuevo visitante del infierno.

—¿Que hace este pequeño corderito en las garras del lobo?

—Se cansó de serlo y está dispuesto a qué ese lobo lo devore — dijo descarado, sorprendiendo a su amigo y haciendo que el sujeto sonriera malicioso.

— Habrán muchos lobos hambrientos, precioso — dijo poniendo su mano sobre la cadera de Taehyung, peligrosamente cerca de su trasero— eres carne fresca, todos querrán probar un bocado.

—¿Cómo...?

—Una cosita tan exquisita es difícil de olvidar y tú cariño no habías sido visto en este lugar— paso con descaro su lengua sobre el acanelado cuello— disfruta del show y espero no quieras huir luego de verlo — se burló mientras se alejaba de ellos.

— Vamos Tae, busquemos un lugar, no tardaran en caerte encima.

Taehyung lo siguió y tomaron lugar en una de las mesas que estaban cercanas al escenario, prácticamente en primera fila, para  lo que pudieran presentar ahí.

— Ese chico...

— Es Yeonyun, uno de los dominantes — aclaró.

— Entonces este bar...

— Si cariño, el Nirvana se separa en dos grupos, igual de importantes para la existencia de todo esto, Dominante y sumiso.

Junto a ellos se acercó un chico que vestía unos diminutos short de cuero, apegados a su trasero y lo que parecía ser una correa en su cuello, como única vestimenta.

— La casa invita — dijo dejando los tragos sobre la mesa— Bienvenido guapo, no sabes cuánto vas a divertirte aquí— dijo antes de irse contorneando sus caderas.

— Beomgyu, la correa refiere a que ya tiene dueño, eso lo hace intocable para los demás.

— Tu...

— No estoy libre pero tampoco me van a marcar como un jodido perro — reclamó — a algunos les gusta, a mí me parece innecesario, además es tu dom quien debe marcar el territorio, todos se conocen aquí, nadie será tan estúpido de meterse con el sumiso de otro.

— ¿Tienes un ...un Dom?

— Así es, tal vez luego lo conozcas, por ahora mantente alerta, eres prácticamente tierra de nadie y estoy seguro que no tardaran en revolotear por aquí, solo diviértete, no estás obligado a aceptar al primero que venga, además tu trasero virgen merece lo mejor.

Peligrosa tentación (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora