Propiedad del Rey

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— ¿Vas hacia el bar?

— Así es, Jungkook quiere verme ahí, además sería bueno distraerme un poco.

—Ire contigo, hoy es noche de presentación.

—¿Como es eso?

—Habra algún Dom que querrá mostrar a su sumiso, los hace sentir importantes cuando presumen lo que tienen y lo que los demás no pueden tener.

—¿Tu... Tuviste una presentación?

—La tuve, si, pero no hablaré de eso, es vergonzoso y tú sigues siendo mi bebé, aunque dejes que ese pervertido te folle a su antojo.

—Me gusta que el pervertido me folle — respondió descarado escuchando como Jin tosia fuertemente al haberse ahogado.

—Te perdimos Taecito.

El contrario solo río por el dramatismo de su amigo, aunque lo entendía, hace unos días atrás, el Taehyung de ese entonces jamás se habría ido con un desconocido ni mucho menos habria comenzado esa especie de relación que tenía ahora con Jungkook.

—Me siento tranquilo, es como si hubiese encontrado mi lugar — reconocío.

Jin solo asintió y caminó junto a el por las calles de Seúl, irían hasta el bar así, el día estaba hermoso, aún quedaban algunos rayos de sol y querían disfrutar de una tranquila caminata, antes de entrar al bullicio del bar.

Platicaron de cosas triviales hasta llegar fuera de las grandes puertas, dónde los sujetos que siempre custodiaban, está vez no pidieron ni siquiera su identificación, reconociendo de inmediato a Taehyung como el sumiso de su jefe, y abriendo las puertas de inmediato para permitirle el paso.

—Entonces así se siente caminar junto al esposo del rey demonio — se burló Jin — Esos gorilas por poco te hacen reverencia.

—No es para tanto, tal vez solo nos reconocieron de la vez anterior, no creo que tenga que ver algo con Jungkook.

—Ni tu mismo te lo crees, cielo — acaricio su cabeza— Busquemos una mesa.

—¿Deberia ir por JungKook?

—Deja que el note tu presencia cielo, que el pida verte, que tú Dom pida tu presencia — respondió levantando su mano para llamar a un mesero.

Beomgyu fue quien llegó junto a ellos, recordaba al chico desde la vez pasada, solo que no recordaba que se viera así, algo desganado y con su semblante un tanto triste.

—Buenas tardes señores — dijo casi de forma mecánica — Bienvenidos la Nirvana, ¿Que desean beber?

Taehyung lo observó con el entrecejo fruncido, algo preocupado.
Si bien el chico pertenecía a ese mundo y la vez anterior le quedó claro que no tenía pudor y era algo descarado, está vez parecía verse como un pequeño niño al que lo habían obligado a estar allí y eso lo alarmó por completo.

Sin más, se atrevió a sostenerlo del brazo con delicadeza para llamar su atención.

—¿Estás bien?

Beomgyu se vio sorprendido por la pregunta, era extraño, nadie se detenía a preguntar eso, nunca, la mayoría de las personas solo se preocupaban por si mismos, demasiado ocupados con sus propias cosas como para tener tiempo para detenerse por alguien más.

Observó a todos lados, buscando a alguien.
Taehyung siguió esa mirada y pudo notar como en una esquina estaba aquel sujeto, el que parecía ser el Dom del chico, observándolo fijamente, con un semblante molesto.

Beom se apartó de inmediato del toque y aclaró su garganta.

—Estoy bien señor, ¿Que van a Tomar?

Peligrosa tentación (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora