Mi inquietud comenzaba a desesperarme, me levanté del sillón yendo a unos de los cajones cercas de la cocina, tomé una vela de ahí y una varita aromatizante, al igual agarrando un encendedor, por último, regresando a la sala.Dejé las cosas en medio de la mesa frente de donde yo me encontraba, sin olvidar de encenderla.
Encendí mi teléfono, observando como seguía tal y como lo había dejado, sin notificaciones en absoluto.Con mi semblante tenso y preocupada, llamé a sungkyung, después de varias llamadas como era de esperarse no recibí respuesta de ella.
Solté un suspiro pesado levantando mi cabeza, regresando a mi posición para volver hacer otra llamada, esta vez a mi padre.
Mientras quedaba anhelada viendo la luz que provocaba la vela desde la mesa,
No recibí respuesta, llevé una mano a mi ojo tallando con suavidad volviéndolo a llamar- ¿Hija?... después te llamo – la voz de mi padre hizo desconcertarme de la vista fija que tenía en luz baja de la vela, tomando con firmeza el celular rápidamente hablando.
-Papa, ¿todo bien? – alcé la voz inmediatamente volteando al celular, de los nervios no me di cuenta de que mi padre me había colgado justo antes de que yo hablara.
-Mierda- solté molesta dejando caer el celular en una esquina.
-2:30 de la mañana, ¿por qué tardan tanto? – murmure, frunciendo el ceño.
En realidad, no sé si estoy acostumbrada a sentir a jungkook en las noches a mi lado, así de esa manera podría dormir, por eso me era inevitable dormir de ya. Sumándole a la preocupación y tristeza que justo en estos momentos es lo que más siento.
Podría estar en la habitación tratando de despejar la mente o incluso tratando de dormir, pero al decir verdad no podía y no quería hacerlo, necesitaba saber de ellos a más allá de una llamada.
Lo mas seguro es que mi madre ya esté durmiendo, me alivia saber que sobre esto no sabe, tampoco tendría que estar tan mal, se perfectamente que estarán bien, solo necesito de hombre a mi lado.Mientras los minutos transcurrían, el ruido de la lluvia seguía invadiendo mi espacio, el frio en la sala cada vez se iba sintiendo, tanto hasta el punto de darme escalofríos.
Volví a levantarme pero esta vez yendo a la habitación por una sabana calientita.Regresé con ella en mano, me acomodé de la misma manera en la que estaba
Por debajo de ella puse mis manos en mi barriga dándole leves vueltas mientras inclinaba mi cabeza hacia atrás, cerrando y abriendo mis ojos contantemente.
A lo bajo lograba escuchar pasos y charqueo, baje mi mentón llevando mi mirada a la ventana,
entrecerrando los ojos no mire a Seok ni a Jun tal y como estaban antes.Salí de la sabana, llegando a la ventana y efectivamente no estaban, desde allí volteaba por los lados y seguía sin verlos.
Confundida y tensa, decidí salir enrollada de la sabana, al instante llegué a la puerta abriéndola, por obvias razones el frio se podía notar más desde afuera pero aun así estaba decidida en saber donde se podrían ir esos hombres.
- ¿Seok? ¿Jun? – hablé asomando la cabeza, mientras tocaba el pasto mojado.
Y seguía sin respuesta, tomé con firmeza la sabana finalmente saliendo de la casa,
La lluvia seguía sin parar, las luces bajas fuera de casa era lo único que ayudaba a mirar con poca claridad, voltee por un lado de la casa alzando el mentón en busca de estos dos hombres.
De igual manera no los veía, seguía confundida, pero quizás hayan recibido una llamada y la señal podría no agarrarles donde ellos estaban, pensé.
Volví a tomar con firmeza lo que me cubría de la lluvia, decidiendo por entrar a casa, pero hubo algo que me detuvo, una luz se lograba mirar del lado izquierdo de la casa, sabia perfectamente que esa luz era de un carro, chasqueo y voces bajas lograba escuchar.
Sin pensar me dirigí donde lograba ver esa luz, a paso lento evitando un resbalo.