Habían pasado algunos días desde aquel extraño encuentro. Mahito se encontraba en los baños de su escuela, mordiéndose las uñas por un ataque de ansiedad que recién acababa de pasar. Logró regular su respiración después de encerrarse en el cubículo del baño.
Y es que, la verdad de todo lo que podría esperar, no se imaginaba que genuinamente Nanami se preocupara por él. Apenas se habían cruzado, después de días de haberlo evitado, saliendo del salón de clases y yéndose rápido a casa.
— Mahito. — escuchó aquella reconocida voz que logró revolverle el estómago de una manera increíble, no aquellas mariposas que solía sentir, en todo caso, eran murciélagos que revoloteaban salvajemente en una cueva. Estaba cabizbajo, tratando de cubrir su rostro con su largo cabello, sintió una mano pesada tomar con suavidad parte de su hombro, con la intención de que volteara a verle. — ¿Estás bien? No te he visto, eh, desde aquella no-...
— Sí, estoy muy bien, gracias, ¿y tú? Ah, ya veo, ocupado, bueno, debo irme. —Mahito no dudó en salir corriendo del lugar hasta llegar al baño y esconderse, abriendo la taza y sacando de su estómago lo poco que había desayunado esa mañana. Jaló la palanca, se incorporó y después de unos largos minutos, salió del baño. Se miró al espejo y tomo algo de agua del grifo para enjuagar su boca y humedecer su rostro, se arregló el cabello y pronto miró sus ojos húmedos. Aquella heterocromía que tantos años de su vida le costó aceptar, sus iris brillaban y pronto soltó un pesado suspiro.
— Debo irme a casa.
Después de aquellas palabras, había tomado una decisión, se iría pronto, de todas formas, nadie esperaba realmente su presencia en el salón o sus asistencia a clases.
Salió del baño y comenzó a caminar con velocidad y sin ningún cuidado, ya no quería estar ahí dentro. Necesitaba largarse, si no fuera por que se encontró con un par de personas delante suyo. Aquella cabellera de pelos dorados que bien conocía, sostenía la delgada cintura de una chica de cabello largo trenzado y azul. Paró en seco, era Nanami con Mei. Se detuvo por unos eternos minutos, logrando captar la atención de Nanami.
— ¡Mahito! — exclamó Nanami, logrando que la atención de Mei fuera hacía él. Había otro par de personas acompañando la platica, sin embargo, Mahito después de darle un vistazo a Nanami, continuó su camino, logrando salir del edificio principal. Creía que había escapado, hasta que sintió una mano tomar de su cintura para detenerlo. — ¿Dejarás de huir? Deja de evitarme, ¿quieres?
Mahito se había congelado, dejando de respirar unos segundos hasta volver dentro de sí, alejándose del agarre.
— ¿Qué haces, no te doy asco? — Fueron las primeras palabras que salieron desde el fondo de su ser, tomando el valor de mirar directamente el rostro que tanto esfuerzo se tomó en olvidar.
— ¿De qué hablas?... —Susurró el rubio, frunciendo las cejas con extrañeza. — Hablo enserio, no tienes porque actuar así. — Nanami se rasco la nuca y ajustó sus lentes, mirando con seriedad a Mahito. — En todo caso, quién debería estar enojado sería yo, ¿debo recordarte el porqué?
Aquellas palabras fueron suficientes para lograr que Mahito se diera la vuelta y continuara con su camino a casa. Tenía el rostro rojo, y se culpaba a sí mismo por dejarse ver tan débil ante el rubio.
— Ah, entonces, ¿eso haces con todos? ¿Los manoseas y no les vuelves a hablar? — exclamó con fuerza Nanami, con la clara intención de molestarle y tomar algo de venganza, ya que sinceramente no le había gustado lo de aquella noche (pues prefería un lugar privado y que fuera consentido por ambos sobrios).
— ¡Cállate! — respondió Mahito, dándose la vuelta para verle el rostro, él ya se encontraba con las lágrimas decorando sus mejillas. — ¡Solo cállate, ¿quieres?! — terminó por caerse en el suelo, sabía que se veía patético pero solo quería desaparecer en ese momento. Afortunadamente no había gente que prestara atención a la situación, Nanami corrió la distancia que los separaba para sentarse a su lado a ayudarlo. — ¡Suéltame!
— ¡No! — Nanami tomó su cintura y le ayudo a reincorporarse. El rostro húmedo de Mahito se encontraba contra el pecho del rubio, quien tomó sus cosas y lo sujeto, el ajeno temblaba y con debilidad aferraba sus manos al saco de Nanami, tal como un niño pequeño que llora en los brazos de su madre.
Nanami lo sostuvo por un largo tiempo hasta que se tranquilizara, lo llevó con cuidado a una banca donde se sentó y dejo que Mahito reposara entre sus brazos. La verdad no le importaba mucho en aquel momento como se vieran, realmente quería que Mahito se tranquilizara.
— ¿Ya estás mejor? — Nanami cuestionó cuando Mahito trato de bajar de su regazo, siendo este inmovilizado por los brazos a su alrededor, que soltaron el agarre poco a poco.
— Esto, yo, tengo que irme. — Hizo el intento de tomar sus cosas, a lo que Nanami las sostuvo con fuerza.
— ¿Es enserio?
— Claro que sí, de todas formas, ¿a ti que te importa? — Mahito respondió seco, aferrando mas su agarre, haciendo lo posible por quitarle el bolso. — Deja que me vaya, ¿quieres? Ya no te voy a molestar más, borraré tu número y si es posible, haré mi cambio de escuela.
— Mahito, ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?, ¿No harás el intento de siquiera decirme algo más?
— ¿Qué cosa quieres saber, que tu bulto está grande? — Mahito escupió aquellas palabras sin importancia, logrando por fin que Nanami soltará su bolso, quién le miraba incrédulo. — Mira, tu rostro es un poema.
— Eres nefasto.
— Dime algo que no sepa, Nanami, ¿me dirás que ahora estás loco por mí? Yo era quién te buscaba, creéme que no necesito más de ti.
Nanami realmente estaba confundido ante el repentino cambio de humor que tenía Mahito, estaba actuando rudo y descarado, y no tenía ni menos de cinco minutos que lloraba como un bebé en sus brazos.
— Al menos podrías hacer el itento por disculparte, Mahito.
— ¿Disculparme, yo? — Mahito entrecerro sus ojos y se acercó a Nanami. El rubio se encontraba sentado, con sus manos recargadas en la banca y las piernas abiertas, mirando con cierta frustración al peligris. — ¿De qué debería disculparme? — Apenas su voz era audible para ambos, su dedo índice y medio comenzaron a caminar por el fornido muslo del rubio, inclinando su cuerpo hacia Nanami. — ¿De algo que te gustó?
— Basta. — Nanami detuvo la mano de Mahito que amenazaba con tocar su entrepierna nuevamente. — Tienes que disculparte.
— No lo haré.
— Lo harás y te diré porqué. — Nanami se acomodó en el lugar, mirando directo al rostro del peligris. — Primero, porque fue en un lugar público, unos baños para ser exactos donde ni siquiera conocíamos la higiene y segundo, no me preguntaste, solo actuaste y eso me molestó, no puedes llegar con cualquiera a hacer eso, Mahito. No sé que es lo que pretendes exactamente, pero las cosas conmigo no funcionan así. Si lo que querías era un acostón, podías pedirlo, digamos que en ese momento pude haber estado dispuesto. — Nanami soltó un suspiro, aflojando un poco la corbata que llevaba puesta. — Ahora, solo tú tienes la opción de decidir, si te gustaría continuar con esto que tú has creado, o puedes simplemente deshecharme como lo haces con la demás gente, poco me importaría, yo también puedo actuar como si nada hubiera pasado.
Mahito después de escuchar las palabras que Nanami afirmaba con firmeza, se alejó, quedando de pie justo frente a él, tragando saliva. Tenía las mejillas ardiendo ante la sinceridad del rubio, ¿indirectamente le dijo que sí quería acostarse con él? Ahora mismo, Mahito tenía mucho que pensar, pero comenzaría con lo más sencillo. De todas formas, no tenía nada que perder, ¿oh sí? Realmente que importaba, ahora mismo solo quería irse a casa y la forma más sensata de retirarse era diciendo y marcando sus últimas palabras ante el chico de cabellos dorados y ojos miel.
— Lo siento, Nanami.
Y solo así, pudo retirarse finalmente a su casa.
![](https://img.wattpad.com/cover/364175286-288-k368224.jpg)
ESTÁS LEYENDO
In Your Arms
FanficMahito y Nanami van en el mismo salón, y a pesar del gran crush que Mahito siente por él, éste nunca lo ha notado. Lo que Nanami no sabía, es que Mahito no era precisamente una mujer. Advertencia ⚠️ - Contenido explícito - Historia de auto lesión ...