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Damian inhaló profundo, incapaz de asimilar lo que acababa de leer.
Tras recibir el informe sobre la muerte de Anya Forger, descubrió que en realidad se trataba de Starlight, una agente de WISE, una espía infiltrada posiblemente desde que se graduó de Edén, y que además tenía el poder de leer mentes.
Maldijo en repetidas ocasiones su mala suerte. Sin saber quién era realmente, él había dado la orden de su asesinato. Había matado a la mujer a la que amaría hasta el fin de sus días.
Y pensar que todo lo que había hecho, fue con el propósito de resguardarla, de preservar su distancia de la inmundicia de su familia. Cuando le instaron poner fin al romance que había mantenido en secreto, en invierno, en el Edén, con la advertencia de hacer la vida de la joven imposible, él se vio obligado a ceder y aceptar todo. Se encontraba anclado a un destino planificado, y él no podía cortarle las alas, la haría infeliz. Deseaba su felicidad, aunque eso significara estar lejos de ella.
Y ahora ya no está.
Lloró desconsoladamente, dentro de los sombríos confines de su recámara, gritando de dolor, sintiendo una agonía como nunca antes había experimentado. Anhelaba la muerte en ese mismo instante; pensó que tal vez sería la única forma de estar con ella.
Entonces, la puerta se entreabrió y una luz tenue se filtró en la habitación. Vislumbró pesadamente a su padre entrando al interior. Se arrodilló frente a su hijo, tomándole las muñecas en un intento por tranquilizarlo, pero el joven parecía enloquecer.
―Padre, por favor, dime que no es cierto. ¡Dímelo! ―exclamó, elevando por primera vez en su vida la voz hacia su progenitor. Quizás, si antes hubiera tenido ese vigor, habría evitado tantas cosas―. Yo la maté, yo la maté ―deliraba, repitiendo obsesivamente las mismas palabras.
―Cálmate, Damian ―replicó, con una mirada lúgubre, amoladora, que parecía absorber su alma, calando en lo más profundo e imponiendo autoridad―. Eres un Desmond, actúa como tal.
Aquella mirada logró inmovilizarlo. Se quedó inmóvil, perplejo, sin siquiera parpadear. Experimentaba temor.
―WISE usó a Anya Forger como cebo ―explicó Donovan―. La utilizaron para llevar a cabo el trabajo sucio. Es una organización despiadada, ya deberías saberlo.
Las palabras de su padre captaron toda su atención. Sentía asco, dolor y desespero.
―Si hay un culpable aquí, es WISE, y tú te encargarás de eliminar a la oposición ―ordenó Donovan, apretando los hombros del joven con determinación.
En esta ocasión, todo fue distinto. No lo sintió como una orden, algo a lo que se había habituado desde que su hermano falleció y él asumió su lugar como el heredero y mano derecha del líder del partido. Esta vez, era un impulso que emanaba desde su interior. Tenía una sed de venganza, su sangre ardía y la ira lo consumía.
Una llama incandescente en su interior cobraba fuerza, y estaba decidido a avivarla hasta provocar una conflagración si fuera necesario.
―Lo haré ―sus palabras resonaron mientras sus ojos se sumían en la oscuridad.
Quizá una de las decisiones más desgarradoras en su camino hacia la aniquilación total de WISE fue infiltrarse en el funeral de Anya Forger. Al diablo con la paz, solo anhelaba venganza. Por un momento, dejó de lado las advertencias de su padre, quien le prohibió intervenir en el asunto antes de las elecciones, hasta que su puesto estuviese asegurado.
Había desobedecido, pero necesitaba verla por última vez.
Se mantuvo en un discreto segundo plano. Al menos su auto contaba con lunas polarizadas y podía observar desde una esquina de la funeraria mientras los invitados abandonaban el lugar.
Entre rostros conocidos y desconocidos, se dio cuenta del tiempo perdido lejos de Anya. Su presencia en el Servicio de Inteligencia de Westalis como agente secreto seguía siendo un misterio, y ansiaba descubrir más sobre qué la llevó a tomar tal decisión. Evocó la naturaleza impulsiva y extraña de Anya, siempre inmersa en fantasías y en su propio mundo, pero jamás imaginó que llegaría al extremo de arriesgarse de esa manera. Le costaba aceptarlo.
La información confidencial proporcionada por su secretario ofrecía poco. Anya Forger era una espía que leía mentes.
Maldición, necesito respuestas.
Por la ventana, observó a la señora Forger sumida en el duelo, luego vio salir al señor Loid Forger, un hombre que recordaba claramente. Inspiraba temor, pero también transmitía amabilidad. ¿Acaso sabía acerca de las actividades clandestinas de su hija? Ambos partieron en el automóvil.
Tras esperar afuera durante lo que le pareció una eternidad, el oscurecer de la noche marcó el tiempo transcurrido.
Entre cientos de urnas, su mirada finalmente se posó en su objetivo. Una fotografía de Anya, radiante y sonriente, reposaba sobre la repisa, junto a una imagen familiar. Las lágrimas brotaron nuevamente, un torrente de aflicción lo carcomía. Aunque WISE había tejido con maestría un velo de engaño en torno a la causa del fallecimiento, presentándolo como un trágico accidente automovilístico en la carretera, él conocía la verdad, por más que anhelara negarla.
―Si tan solo supieras que tu progenitor está implicado en todo esto... ―una voz pareció susurrarle al oído, haciendo que este girara bruscamente, solo para encontrarse con la oscuridad de la noche y el silencio sepulcral que envolvía el lugar.
―¿Quién está ahí? ―susurró, con la voz apenas un hilo, mientras la noche parecía absorber cada rastro de sonido, dejándolo inmerso en un profundo vacío, agitado por un temblor de incertidumbre.
☾
Damian se incorporó de su cama, liberando un aliento gélido mientras su cuerpo se hallaba empapado en sudor. Este era un sueño mucho peor al anterior. De repente, lágrimas descendieron de sus ojos, como si lo antes soñado, lo hubiera vivido en carne propia. La negrura de la noche parecía envolverlo en su abrazo opresivo, aumentando su sensación de abatimiento.
En las paredes, el reloj señalaba las cinco horas.
ღ ღ ღ
Bien, sí, son líneas temporales que se conectan a través de los sueños de Damian del presente, por ahora solo diré eso. ¿Podrá cambiar el futuro? ¿o no? :D
*Volví a resubir el cap anterior pq me di cuenta de un mínimo error y si no lo corregía me iba a dar un tic ansioso. Pido perdón ͼ(ݓ_ݓ)ͽ
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ꜱᴀᴜᴅᴀᴅᴇ » Damianya ✓
Fanfiction¿Quién puede decir si, al sincerarse con sus sentimientos, al tomar la iniciativa, Damian habría evitado tantos remordimientos? Nunca había tenido el coraje de seguir a su corazón, y tal vez esa falta de valentía era la causa de su profunda miseria...