Cap 30 El que prometio proteger

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Los incesantes golpes y embestidas de este ser mágico ante el cristal cimbraron por completo la cueva, fragmentos de hielo caían de las paredes y las chica se esforzaban en tratar de despegar de la entrada esos cabellos que impedían escapar de esa cueva.

Tras varios intentos la criatura bajaba la intensidad de los golpe, el cristal parecía ser irrompible, la masa de pelos replegó los picos que había generado y se mantuvo tranquila un momento, eso fue inquietante para las chicas quienes seguian jalando esos cabellos con todas sus fuerzas para tratar de abrirse paso.

Sin dar más aviso esta comenzó avanzar directo a las chicas a las cuales las tomó por sorpresa.

La primera en reaccionar fue Alexa quien tomo corrio por la orilla de la cueva tomado rocas y lanzandoselas — Hey, hey ven aqui — Alexa sabia que era tonto pero Lucy estaba encogida y no podia moverse del miedo y Erizo seguia sin actuar.

El incesante y molesto ataque de Alexa atrajo la atención de la criatura de pelos quien fue tras la chica, habría seguido a más velocidad pero fue cuando Erizo se unió a la treta.

por más rocas que lanzaban la masa andante de pelos no se inmutaba y solo se molestaba más chirriando y haciendo cosas sin sentido.

Lucy es quien estaba más asustada, hasta que esos sonidos se le hicieron extrañamente familiares, pero antes de poder decir algo de la misma cueva atravesando ese obstáculo de cabellos a gran velocidad el chico vampiro embistió a la criatura contra la pared helada.

Alejándose de inmediato con sus enormes alas Max embistió nuevamente a la criatura haciendo que esta se retorciera y tratara de contraatacar pero era en vano Max era simplemente más rápido aún volando en esa reducida cueva.

En su tercer impacto este se metió un poco más en su cuerpo, saliendo en segundos con el joven yeti Fife en manos.

Lucy estaba claramente feliz y corrió a recibirlo, junto con las demás chicas quienes se juntaron en la entrada.

La criatura yacía en el suelo aún temblorosa de los ataques recibidos, la salida estaba libre Max pensaba atrapar a este ser y llevarlo con las brujas pero algo llamo su atención, dos rostros familiares a su vista y ajenos para las chicas, una cebra y un borrego que se veían como dos viejos amistosos, sonrientes y alegres.

Las chicas estaban felices pues aprecia que una ayuda inesperada había llegado, pero justo antes que estos pudieran decir algo Max a muy alta velocidad voló en dirección de las chicas y las tomó a todas entre sus brazos, sabía que las podría lastimar pero no tenía opciones.

Esto tomó a todos por sorpresa el impacto de ser atrapados a esa velocidad fue algo que las aturdido y no sabían que estaba pasando solo podían gritar por tan repentino acto.

Por su parte Max agito sus alas y aceleró directo a la salida y justo antes de salir usando una de sus alas golpeó las paredes de la cueva dañando la misma estructura, pedazos de roca salían despedidos en todas direcciones hasta que la misma entrada de la cueva empezaba a colapsar, en último momento salieron todos despedidos fuera de la cueva rodando por un aterrizaje forzoso sobre la nieve.

Max había usado una de sus alas para cubrir a sus compañeras y la otra ala tenía desgarros que sangraban a lo largo de la misma, posiblemente con algunas fracturas colapsando por el sobre esfuerzo.

Cuando reaccionaron las chicas del impacto del rescate y de la salida tambien tambien lo resintieron las había lastimado ellas no comprendía sólo se veían aturdidas mientras miraban como la cueva había colapsado dejando encerrados a esos dos extraños con esa cosa.

Las tres se veían consternadas, querían reclamar pero al ver el daño que este tenía no sabían como reaccionar por las raspaduras y sangre que manchaba su ropa.

Ojala hubiera sido lo único, Jim y Lem estaban corriendo hacia las chicas aun con lagrimas en la cara — Erizo ayuda, es Oscar — Lem y Jim tomaron de la mano ala aun aturdida chica y no muy lejos estaba una escena que encogio su corazón y lo llenó de angustia.

Oscar tenía un pedazo de tela mal amarrado en su cabeza, machado de sangre aparentemente inconsciente y recargado sobre un tronco — estábamos en la entrada de la cueva, y dos sujetos golpearon a Oscar con una rama, el cayo en el suelo y no sabiamos que hacer, cuando se fueron alejamos a Oscar lo más que pudimos, cuando los vimos salir, no sabíamos qué hacer —

Erizo estaba llena de lágrimas abrazando a su inconsciente amigo, no quería dejarlo, sentía ese peso llegarle de golpe, como ya hubiera pasado por lo mismo y reconoció ese dolor.

Alexa no perdio el tiempo y corrió de regreso al campamento a pedir ayuda.

Lucy ayudó a Max quien se había reincorporado, muy lastimado e incluso medio arrastrando su pierna.

La ayuda no tardaria, Max y Oscar estarian en la enfermería de Heartforde, Erizo pidió estar con su amigo para cuidarlo, le insisten que no era necesario pero ella se negó a moverse del lugar, Lucy acompaña a su amigo Fife a la aldea de los Yetis y por último Jim y Lem de regreso al campamento.

La bruja Betsy y una muy furiosa Susie prometieron encargarse de todo pero pidieron un poco de discreción para evitar el pánico entre los demás campistas, varios seres mágicos se apuntaron voluntariamente para mantener a los chicos a salvo.

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Cuando Susie y Betsy llegaron a la cueva respaldados de diferentes grupos de seres mágicos, incluyendo los osos moteados quienes aún seguian de mal humor por haber sido despertados encontraron que los escombros de la cueva habían sido removidos, y dentro de la misma encontraron algo que las sorprendió demasiado, esa vieja cabra y esa cebra habían sido destrozados, las señales de lucha estaban presentes por toda la cueva.

— ¿que rayos paso aquí? Susie estaba furiosa por lo que había provocado tal desastre.

Varios elfos se encargaron de recoger los restos de esos dos sujetos en diferentes frascos, una mezcolanza de retazos de piel y carne molida.

Por un lado Barb estaba más que satisfecha e incluso sonriente — Necesito encontrar al tipo que hizo esto y darle las gracias —

— Pero no son peligrosos los que los atacaron? — Betsy comentó preocupada-

— Cuando la isla corre peligro los osos despiertan — Barb miró uno de los frascos — Estas cosas son alimañas come magia, enemigo natural de cualquier ser mágico, creeme nos hicieron un gran favor y los osos ya no sienten peligro, podria decirse que estamos más seguros ahora que nunca —

adicionalmente cada frasco era sellado en diferentes cajas soldadas y selladas Barb ordenó con gusto — Ya saben el procedimiento cada frasco alrededor del mundo entierrenlo mínimo cien metros de profundidad, vamos, vamos¡¡ —

Incluso Susie se sorprendió — Eso no es un poco extremo? —

— Estas cosas nunca mueren, lo mejor para todos es mantenerlos bajo tierra y ahi deben quedarse — Barb señalo mientras todos salían de la cueva dejando solas a las brujas.

— Bien parece que no hay mas opción — Betsy señalo saliendo de la cueva junto a Susie, una vez comprobaron que no había nadie cerca colapsaron el resto de la cueva, cosas como esa no era de las cosas que deberían conservarse y por el momento no compartir con nadie más.

Juntando las PistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora