CAPITULO: 9 EL NUEVO PLAN DEL SER SUPREMO

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El nuevo plan del ser supremo

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"Podrían ayudarme un poco" dijo la mujer medusa cargando al hamster en su espalda, las pequeñas serpientes que permanecían encima del cuerpo del hamster aún más cómodos solamente la ignoraron.

"No se porque hablo con ustedes si nunca me responderán" con un suspiro cansado se paró frente a un muro de piedra, con su mano derecha tocó la piedra, un pequeño pulso de su poder mágico fue liberada en la piedra, segundos después la piedra pareció agrietarse y sumergirse en el suelo mostrando un pasadizo secreto que bajaba más a la profundidad de la tierra, "llegamos" dijo antes de entrar segundos después el muro de piedras volvió a la normalidad serrando la abertura en la piedra.

Las serpientes que eran de su cabeza se asomaron por su capucha mostrando su rostro femenino.

"Llegamos al final del camino, espero que sigan durmiendo" dijo llegando al final del túnel mostrandose muchas ramas que impedían que avanzará más.

Las serpientes de su cabeza comenzaron a agitarse frenéticamente de un momento a otro abrieron sus bocas mostrando sus colmillos lo cual funciono como un llamado que fue respondido con el mismo sonido del otro lado.

Las ramas se movieron lentamente para posteriormente abrir el camino.

Al otro lado se encontraba una mujer parecida con pequeñas serpientes colgando de su cabeza, la única cosa a destacar era que estaba armada con una daga negra.

"Pero si mi querida cuñada, pensé que estarías con los demás en la granja a esta hora"

"No me subestimes, aunque haya dado a luz hace poco no significa que me quedare todo el tiempo en mi madriguera, por cierto que es eso"

"Ah, es un hamster gigante, creo que es el último de su especie y quisiera saber si podrías ayudarme a prepararlo" avanzo más hasta ponerse frente a la mujer medusa, juguetonamente le señaló la cola del hamster, "podría regalarte la cola, se que deseabas una cuando éramos pequeñas" ofreció

"No puedo contigo, me llevaré también la piel"

"No, yo lo case haci que será mío, si quieres más te daré una de sus piernas no más que eso" dijo alejándose y adentrándose más revelando un pueblo subterráneo en lo profundo de la tierra.

Las casas parecían echas de paja y palos, en ese lugar se podía ver a pequeños niños correr de un lado a otro, más al frente se podía ver grupos un poco más mayores que parecían estar blandiendo diferentes tipos de armas cómo espadas, arcos, lanzas y bastones, en cada grupo se podía ver cómo eran instruidos por adultos, mayores con experiencia en diferentes campos que parecían estar enseñando a los jóvenes.

"No me canso de ver este panorama, no lo crees Fortis?"

"Si, nuestro pueblo a crecido un poco desde que llegamos al nuevo mundo, lo recuerdas aún éramos pequeñas y esperábamos a los pasadores jurando que un día seríamos parte de ellos" dijo con nostalgia.

"¡Fortis! ¡Si te apresuras no te daré nada!" Llamo desde la parte inferior de las rocas a unos metros de la primera casa.

"¡Serás!" Un poco molesta de que la haya dejado con el recuerdo conjuro un hechizo (Teletransportacion) llegando instantáneamente al pueblo, "que sea la última vez que de dejas de esa forma ingrata" dijo jalandole de la oreja.

"O...oye esa es la forma de tratar a tu jefa de escuadrón" dijo tratando de soltarse y no dejar caer el hamster.

"Y esa es la forma de tratar a una madre de un pequeño" respondió aumentando su agarre.

One Punch Man | Solo Un Pequeño Descuido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora