Todo el lugar helado, frío y tenso, lleno de nervios e inquietud, solo empeoró con el grito doloroso. Uno que desgarra la garganta, que hizo arder y desatar un nudo de esta misma. Los pelos de punta, el dolor punzante del lugar proveniente; la sangre haciendo presencia, y la profundidad de una herida imborrable.
El chico de playera azul, por reflejos y ya desear no ver aquello, pataleo y pataleo en el hocico del animal; el animal retrocedió; esa cosa retiro su garra de la pantorrilla, y gruñia demasiado. Ambos adolescentes ya veían pasar su vida ante sus ojos.
Un humo blanco se empezó a dispersar por donde estaban los demás. Fue causado ese humo por Darius, que estaba pegándole a un ducto de ventilación. Darius saltó dentro de la jaula.
— Bien, tranquilos... Todos estamos bien –Darius miraba atento y espantado a la manada, tratando de controlarlos.– Kenji, en los huesos... Busca un cráneo de Raptor. En el videojuego...
— ¿Estas pensando en videojuegos, ahora? –Kenji se mostraba sorprendido a aquella "tontería" que mencionó Darius.
Darius volteó a ver a los otros dos, y vió detenidamente a ambos campistas... se podían ver sus rostros empapados de sudor frío, el terror consumiendo sus expresiones y facciones; llevó su mirar directo a la chica de tez bronceada, viendo su dolor en su rostro y su sangrienta herida, sus jadeos inquietos... Pensó bien; Kenji tenía razón, no hay tiempo para pensar en juegos.
Un gran susto apoderó a Darius debido a la velociraptor, que lo estaba acorralando junto con su manada.
— ¡Brooklyn, solo abre la puerta! –rogaba Kenji, espantando a más no poder.
— ¡Pero van a huir! –replicó Brooklyn, advirtiendo de la posibilidad.
— ¡Pero Nick esta desangrándose! –Darius, al decir eso, se acercó a la chica y la tomó por debajo de los brazos, y la jalaba hacia él.
Brooklyn miraba sin reaccionar, sobrepensaba otras alternativas, pero le eran imposibles o complicadas de realizar; "¡Al demonio!", exclamó Brooklyn, y apretó con dureza el botón de la puerta de aquella jaula.
La puerta se abría lentamente, dando un leve espacio entre la salida y dentro de la jaula; aquellos tres adolescentes que estaban dentro, vieron ese espacio como una gran oportunidad: primero, y alarmado, salió Kenji. Y posteriormente, Darius jalaba a Nick con toda la fuerza posible para salir.— ¡Kenji, una mano! –gritó Darius, pues no parecía que hubiera demasiado tiempo como para poder salir a tiempo.
Kenji se regresó, y entró nuevamente a la jaula, para cargar de las piernas a Nick. Ambos chicos, con urgencia, lograron sacar a Nick de la jaula. "¡Cierra! ¡Cierra ya!", gritaron los tres, y a ese grito unísono, Brooklyn siguió la orden. Dentro de la jaula, se oían los gruñidos de los animales, y como chocaban con la puerta de metal, ideando que podrían romperla.
Darius y Kenji, dejaron a la chica herida con cuidado en el suelo, y al momento que hicieron eso, se desplomaron cansados en el suelo.
Se oyeron los trotes veloces de Brooklyn, bajando las escaleras metálicas de la parte superior de la jaula.— ¿Están bien? –el rostro de la pelirosa lograba reflejar la preocupación por los otros tres.– ¿Qué tan grave... es...?
Ella logró ver a más detalle que con la visibilidad que tenía anteriormente... la herida en la pierna parecía como si hubiera sido atravesada por una bala: de la piel hasta casi el hueso. Toda la sangre estaba rodeando gran parte de la pierna, goteando y dejando la mancha de está sobre la tierra...
— ¿Te duele...?
— No, ¿qué crees? Solo siento un leve cosquilleo –gruñó Nick por el dolor.
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Adventure❝Por ser los primeros campistas les preparamos recorridos exclusivos tras bambalinas de Mundo Jurásico. Además de Kayak, alpinismo, pistas de obstáculos y por supuesto...❞ 𝖣𝗂𝗇𝗈𝗌𝖺𝗎𝗋𝗂𝗈𝗌. Aquella isla Nublar, famosa por sus atracciones, tray...